Además, el intendente Hugo Curto se encargó personalmente de negociar la compra de diez vehículos a la empresa Peugeot, de la cual era empleado hasta antes de llegar a ser intendente, y ya están siendo blindados para reforzar la presencia policial que obliga este programa.
La intervención del Colegio de Ingenieros fue crucial para destrabar un fortísimo conflicto que se había generado por la decisión del secretario de Gobierno, Daniel Pietrantonio, de querer contratar de manera directa a los proveedores del sistema de soft, hardware e instalación de cámaras de seguridad en todo el distrito.
Ahora serán casi diez las empresas que tendrán a su disposición la indicaciones emanadas desde esta entidad que confeccionó un pliego de bases y condiciones con todas las especificaciones técnicas requeridas y que se ajustan a los parámetros establecidos por los gobiernos nacional y provincial, quienes financiarán la mayor parte del programa.
Estas condiciones no serán vendidas como cualquier pliego de licitación porque no se ejecutará licitación sino una compulsa privada de precios y cotizaciones. El dictamen del Colegio será vinculante y sus conclusiones serán las que finalmente se utilizarán en la ejecución del sistema.
Hace tres meses 24CON había alertado sobre una disputa por el manejo del proyecto entre diferentes funcionarios del gobierno de 3 de Febrero y el depósito del dinero enviado desde el gobierno nacional en una cuenta especial que genera algunos intereses favorables a las arcas municipales hasta tanto se sustancie todo el proceso de ejecución del plan, que abarca la instalación de un centro de monitoreo, la compra de patrulleros y la instalación de cámaras de seguridad.
Hace quince días, en medio de la reunión de gabinete, también surgió el tema. Los secretarios responsabilizaron a Pietrantonio de “dormir con el expediente en sus manos” y llevarlo por todos los estamentos municipales para otorgarle el sistema de monitoreo a una empresa solamente y a través del sistema de contratación directa, sin llamar a licitación.
Ante una operación de esta envergadura, superior a los $5 millones de pesos, todos están alerta. Y el funcionamiento municipal así lo habilita por cuanto el celo existente entre los distintos funcionarios llega al extremo.
Inclusive el propio Curto le reclamó que “abriera los ojos” a Pietrantonio porque el resto de sus pares estaban controlando todo lo que hacía, casi de manera sospechosa. Fuentes de la Secretaría Privada revelaron que ayer hubo un nuevo capítulo de esta disputa entre el jefe comunal y su funcionario, que ya hace un par de años había amenazado con renunciar por la presión a la cual era expuesto.