El proyecto del oficialismo sobre la reforma laboral tratada en el Congreso, se postergó y finalmente recién llegará al Senado el 10 de febrero. En este contexto y luego del paro nacional realizado por distintos sectores opositores en rechazo a la reforma, el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) lanzó duras críticas contra el Ejecutivo y anticipó un escenario de mayor conflictividad social de cara a fin de año.
“Tenemos que construir un diciembre caliente. El Gobierno no tiene que tener paz”, afirmó el dirigente sindical durante una de las actividades realizadas en el contexto de la medida de fuerza, una declaración que sintetizó el clima de confrontación que atraviesa la relación entre el oficialismo y los gremios estatales.
Y agregó: “Nos cargan a nosotros los trabajadores de tener que garantizar la paz social, no. La paz social las garantizan los gobiernos con las políticas que implementan”.
En la misma línea, Aguiar expresó: “Los trabajadores empezamos a hacer tronar el escarmiento. Va a haber un antes y un después en la vida del gobierno de Milei. La paciencia del movimiento obrero se ha vuelto…tiraron mucho de la piola y la piola se cortó.
A nosotros nos cuestionaron porque salimos anticipadamente a rechazar una reforma y dicen que no conocíamos el texto. Resulta que ahora sí ya llegó al Congreso, la leímos y es mucho peor de lo que nos imaginamos. No es compatible con el sistema democrático, propia de regímenes autoritarios. Jornadas de 14 horas. No hay manera de aceptar este retroceso”.
Asimismo, afirmó que “el 26 de diciembre tenemos que volver al paro y a la movilización, tenemos que transformar y construir un diciembre caliente como dijimos y llamar la atención de los gobernadores”.
“No puede ser que solo le carguemos las tintas a Milei en esta, porque hay gobernados que en sus provincias juntas votos hablando desde el peronismo y contra el gobierno nacional pero vinieron rápidamente y se arrodillaron. Catamarca es la malversación instantánea del voto”, señaló.
La jornada de paro incluyó asambleas, movilizaciones y protestas en distintos organismos públicos del país, con alto acatamiento en áreas clave de la administración nacional. Desde ATE sostuvieron que la reforma laboral representa un retroceso en derechos adquiridos, precariza las condiciones de trabajo y debilita la negociación colectiva, especialmente en el sector público.
El sindicato advirtió además que el plan oficial se inscribe en un proceso más amplio de ajuste del Estado, con recortes presupuestarios, congelamiento salarial y despidos, lo que, según señalaron, profundiza el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores.
Desde el Gobierno, en tanto, defendieron la reforma al argumentar que busca modernizar el mercado laboral, promover el empleo formal y mejorar la competitividad. Sin embargo, las declaraciones del titular de ATE dejan en claro que el conflicto está lejos de cerrarse y que el gremio se prepara para intensificar las medidas de fuerza durante las próximas semanas.
El tenso escenario anticipa un cierre de año marcado por la tensión sindical y la disputa política en torno al rumbo de la política laboral, con un diciembre que promete nuevas protestas y un clima social cada vez más complejo.