Axel Kicillof defendió el pedido de financiamiento que realizó la Provincia, analizó el escenario político y habló sobre el rol del peronismo.
“No es sobreendeudamiento, es para afrontar vencimientos”, afirmó. Consultado por la discusión con el Gobierno nacional en torno al financiamiento, Kicillof cuestionó las versiones que circularon en los últimos días.
“Hay que rearmar la fuerza política con firmeza y sin miedo”, afirmó. El gobernador analizó el proceso de reorganización de la oposición y apuntó a la necesidad de ampliar y fortalecer el espacio político.
“Hay sectores donde lo que están haciendo Milei y Trump no les cae bien, los destruye. Para aglutinar hay mucho. Hay que hacerlo con firmeza. No tenerle miedo a Milei ni a los medios que forman parte de ese sistema”, expresó.
Planteó que el desafío es construir un armado político amplio, que incluya a todos los sectores y a la militancia.
Ante la pregunta sobre si será quien conduzca la reconfiguración del espacio, Kicillof evitó posicionarse como líder único pero confirmó su rol activo: “Yo voy a estar ahí. Voy a acompañar el proceso. Hay muchos dirigentes con responsabilidad. Hay que trabajar intensamente y reconstruir el vínculo en base a nuestro mandato y nuestras convicciones”.
Y agregó: “Prohibido bajar los brazos. Hay que reflexionar, discutir, escuchar, y prohibido dejar de militar”.
Crítica a la Reforma Laboral y el endeudamiento:
El gobernador dedicó un pasaje a criticar la reforma laboral promovida por el Poder Ejecutivo, señalando su falta de originalidad y su gran parecido con políticas implementadas y fallidas en el pasado. "Todo este paquete de leyes huele a naftalina", manifestó Kicillof, refiriéndose a la promesa de modernización esgrimida por el oficialismo.
"Vivieron a modernizar, que había que adecuar a las nuevas tecnologías, y la verdad que la reforma es más o menos igual a la de los ’90. Se probó en los ’90 y no anduvo. Yo esperaba ver algo por lo menos de originalidad, de novedad. Es un fantoche de la época del Consenso de Washington”, concluyó.
Al ser interrogado sobre la solicitud de financiamiento que la Provincia elevó a la Legislatura, Kicillof respaldó la gestión y cuestionó al Gobierno nacional por su doble vara en el manejo de la deuda. Aclaró que "el volumen de financiamiento que se pide, que necesita una aprobación de dos tercios con la Legislatura, está estrictamente asociada con los vencimientos que tiene la Provincia. No es para tomar nueva deuda, endeudarse y solventar gastos corrientes".
El mandatario bonaerense criticó severamente la hipocresía que, a su parecer, manifiesta el gobierno de La Libertad Avanza en materia financiera. "La verdad que no tiene cara el Gobierno nacional, que está todo el tiempo colocando deuda con el FMI. ¿De qué me vienen a hablar, si son endeudadores seriales?", disparó.
Recesión y pérdida de empleos:
Kicillof sostuvo que la gestión actual está replicando un patrón de endeudamiento utilizado para cubrir déficits operacionales, aunque con efectos mucho más severos para la población. Señaló que la situación de Milei contrasta con la de la Provincia, indicando que a nivel nacional "han endeudado a toda la Argentina para pagar gastos corrientes: el supermercado, medicamentos, alquileres. Eso es lo que está pasando hoy en la Argentina de Milei".
Finalmente, el gobernador abordó la recesión económica y el mercado de trabajo, advirtiendo sobre "una metralleta de cierres, despidos y suspensiones que nunca se ha visto en otras etapas de apertura y programas como este". Subrayó que las afectadas son "empresas con trayectoria, de décadas y décadas".
Kicillof por último remarcó la polémica actitud por parte del Presidente ante la crisis: "Milei mira esto no solo con indiferencia, porque no hace nada, si no que un poco pareciera que lo festeja y lo mira con goce, mientras se pierden puestos de trabajo que van a ser muy difíciles de recuperar".