El Muñeco acertó con la titularidad de Pinola y el armado del medio. El Mellizo debe dar una vuelta al equipo en el segundo tiempo.
Siempre los jugadores hacen mejores o peores a las decisiones de los entrenadores. Sin embargo, los técnicos eligen, mueven las piezas. Y si bien en el Superclásico de los DT no hubo grandes diferencias, Marcelo Gallardo le ganó la partida de ajedrez del primer tiempo a Guillermo Barros Schelotto.
Hasta último momento, Gallardo escondió la formación ¿para jugar al misterio o por qué en realidad con tantos jugadores en bajo nivel no sabía a quién poner? Por una cosa o por la otra, al cabo el Muñeco sorprendió con la inclusión de Javier Pinola por Lucas Martínez Quarta, algo llamativo porque al pibe excluido lo venía sosteniendo contra viento y marea y hasta lo había designado capitán ante Chacarita.
Lo cierto es que apostó a la experiencia de Pinola y le salió bien. El ex Rosario Central, entre otros equipos, estuvo atento para salir del área a anticipar (en varias ocasiones a Tevez, cuando Carlitos intentaba retrasarse) y para cortar hacia la izquierda. Transmitió seguridad Pinola.
También Gallardo, en la disposición de la mitad de la cancha, plantó a Ignacio Fernández a la derecha de Leonardo Ponzio y a Enzo Pérez a la izquierda, tal vez pensando en darle una mano a Marcelo Saracchi si por su banda iba Cristian Pavón, quien primero eligió la otra franja, la izquierda, para atacar. Después, Pity Martínez como enganche. La cuestión es que con Nacho por la derecha, en definitiva, y asociándose con Pity, River armó la jugada que desencadenó el penal que le permitió irse al descanso ganador.
Era lógico del otro lado que Barros Schelotto plantara la misma formación. Esta vez, a Cardona lo retrasó al lugar de enganche y arrancó con Pavón atacando por la izquierda. Le dio algunos réditos de entrada y luego se desinfló. Por algo Pavón terminó jugando la etapa inicial por la derecha....
Para el segundo tiempo deberá corregir Barros Schelotto el retroceso de sus volantes, que perdieron la espalda varias veces, aunque River nunca se lanzó con decisión total al ataque. Y además tendrá Boca que prestarle atención a la banda que defiende el colombiano Fabra, siempre más apto para atacar que para marcar. Ahí al cabo nació el penal que marca el rumbo del Superclásico.
También el técnico deberá ver cómo exprime a Tevez. ¿Ahora sí pondrá a Wanchope Abila y retrocederá a Carlitos para ganar más presencia en el área y más juego de atrás? Tal vez. Boca necesita remontar la Supercopa y que también su técnico lo impulse dándole una mano desde el banco.