Una carnicería ubicada en Zapiola y Lugo, partido de Quilmes, fue víctima de un violento asalto a mano armada cerca de la hora del cierre.
Todo comenzó a las 20:26 cuando uno de los trabajadores del local fue sorprendido por dos encapuchados que sin mediar palabra le apuntaron.
Por instinto, el carnicero se arrojó al suelo. Uno de los ladrones saltó encima del mostrador para buscarlo y lo obligó a pararse. Mientras tanto, el cómplice arrojó una bolsa negra estilo consorcio para que guardara la recaudación.
En ese momento entró un segundo empleado que al darse cuenta de la situación levantó la manos y junto con su compañero les pidieron que se tranquilicen y “agarren lo que quieran”.
No obstante, el objetivo de los delincuentes era que los propios carniceros vacíen la caja. Visiblemente nerviosos comenzaron a gritar y amedrentarlos con los revólveres. “Listo, listo”, dijo uno de los laburantes luego de entregar el efectivo con temor de recibir un disparo.
Los delincuentes escaparon a bordo de dos motos que esperaron afuera de la carnicería durante todo el asalto.