La Panamericana a la altura de Vicente López se convirtió en un ring de boxeo en hora pico a partir del cruce entre dos conductores que se agarraron a las piñas y cerraron el paso en varios carriles.
El titular del coche blanco, que había quedado por detrás, atacó primero y logró llevar al otro hasta el piso, donde lo golpeó de forma salvaje. Luego de la intervención de un motociclista y otro conductor, las cosas parecían calmarse.
Sin embargo, el chofer del auto gris le pegó una patada al espejo retrovisor provocando un nuevo round. Tras otros intensos minutos de combate, la gresca se encaminaba hacia su cese definitivo. Pero mientras el coche blanco se disponía a irse, el rival comenzó a insultarlo. Allí comenzó la intervención más activa de las parejas de ambos que, con impotencia, intentaban frenar a los maridos.
La circunstancia quedó registrada por la cámara de un vecino de un edificio que da directo a la autopista y provocó importantes demoras en la zona.