Camilo Joaquín Villarruel, más conocido como Milo J, está en boca de todos por su último disco “La vida era más corta” y en ese marco, estuvo en el estudio de Nadie Dice Nada (Luzu TV) donde terminó protagonizando uno de los momentos más emotivos del programa.
El cantante, que hoy es una de las figuras más jóvenes y exitosas de la escena local, abrió su corazón y repasó sus primeros pasos en la música, cuando todavía todo era mucho más complicado y la plata no alcanzaba.
Cuando le consultaron sobre la compra que hizo con su primer sueldo artístico, respondió: “Me compré un montón de ropa, una banda, pero porque no tenía”. “Tenía como tres outfits que llevaba para todos lados. Y eran eso, eran eso”, confesó. Según explicó, no era que le faltara estilo, sino que simplemente no había más opciones.
En esa misma línea, recordó una etapa clave junto a su amigo Marco, cuando ambos recorrían estudios, cabinas y cualquier espacio donde pudieran grabar algo, buscando oportunidades sin descanso.
Otro momento emotivo llegó cuando habló de cómo se movían por la ciudad en plena búsqueda del sueño musical: “Hubo una época que con el Marco nos mandábamos en el 166 para todos lados de Morón a Palermo”. Pero lo más impactante fue lo que vino después. “Teníamos una sola SUBE”, contó. “Teníamos que ir y volver los dos juntos porque era una sola entre los dos”.
De esta manera, Milo J lo relató con humor pero el trasfondo emocionó a todos: la idea de dos “pibes” con un sueño enorme, viajando horas para encontrar una chance y haciendo malabares con lo poco que tenían.
Reencuentros para el recuerdo:
Durante la charla, el artista se reencontró con profesores y referentes de su vida, algo que lo dejó al borde de las lágrimas. Entre risas y recuerdos, lo tomó por sorpresa la visita de Cora, su maestra de primaria que según él, es quien lo impulsó a cantar.
“Me debe matemática desde el 2018, vengo a reclamar”, lanzó Cora en tono de humor.
Y agregó: “Escuché algo que no es cierto, dijo que en los actos no cantaba. Yo siempre le decía, matemática, ciencia, lo que sea de instrucción lo podés ir aprendiendo en la vida. Pero era una buena persona y eso se va aprendiendo en el día a día. Una persona empática, siempre estaba dispuesto a ayudar a sus compañeros”.
“Era jodida. Pero creo que es la única seño de primaria de la que me acuerdo”, broméo el artista tras compartir un abrazo.
Por otro lado, recordó una divertida anécdota con el artista Trueno tras un partido de fútbol: “Yo lo amo, perdimos. Pero dijimos equipo de amigos y cuando terminó todos sus compañeros le estaban pidiendo fotos”.
Su fanatismo por Morón y críticas por el arbitraje en Madryn:
El artista rompió el silencio que se autoimpuso tras la eliminación del Deportivo Morón a manos de Madryn en la semifinal de vuelta del Reducido por el segundo ascenso a la Liga Profesional.
Consideró que “hubo un desempeño arbitral bastante cuestionable”, en referencia al juez de aquel partido, Pablo Echavarría.
Además de expresar que el gol del rival llegó tras “un tiro libre que no fue”, calificó como “terrible lo que pasó” en el cotejo a favor del conjunto sureño.
También habló de la patada que recibió Juan Manuel Olivares, que apenas significó amarilla para su adversario, y relevó también que alrededor de los torneos argentinos “están pasando cosas raras”. “Es un poco anormal lo que está pasando y muy obvio”, completó.
Para finalizar, confirmó que seguirá siendo auspiciante en la camiseta del ‘Gallo’ durante 2026. “A Morón lo voy a seguir amando toda la vida. Y voy a ser el sponsor de la camiseta para la temporada que viene. En la liga que juegue lo voy a seguir bancando, que es lo más importante”, finalizó frustrado por el cierre de lo que fue el actual torneo pero esperanzado en lo que se viene: ir por la revancha.