Más de 100 chicos del barrio Jorge Newbery, en el Partido de La Matanza, se quedaron sin un lugar para desarrollar sus actividades recreativas y artísticas después de que el Espacio Cultural Compromiso por la Vida (ECCV) fura desalojado de la Sociedad de Fomento Sarmiento, de Laferrere, donde funcionaba desde octubre de 2007. Ahora, el grupo está obligado a trabajar al aire libre, sin un techo que los resguarde, mientras reciben la solidaridad de algunos vecinos.
Hace más de tres años, los integrantes del Espacio habían acordado con la comisión directiva de la entidad – ubicada en Bompland 3081 – para desarrollarse en sus instalaciones, ofreciendo actividades culturales como arte plástica, guitarra, violín, murgas, literatura y apoyo escolar, entre otras, de manera totalmente gratuita.
Sin embargo, en agosto de 2010 asumió una nueva dirección en la sociedad de fomento. Por eso, apenas meses después, en diciembre, los docentes, ayudantes, vecinos y jóvenes – que van desde los tres años hasta adolescentes – fueron “expulsados arbitrariamente de la institución que pertenece al barrio, con la intención de vaciarla de todo carácter social y comunitario, y arrojando a la calle a pibes que quedaron privados de sus derechos de jugar, aprender y expresarse en libertad”, señala Ana Clara Rojas, una integrante del ECCV.
“Nos echaron sin ninguna explicación. Nosotros hacíamos actividades gratuitas, y eso era lo que no entendían”, acusó, y explicó que “después de esto, lo único que podemos seguir haciendo es el taller de recreación al aire libre y la murga”, al no tener un lugar físico donde volver a instalarse.
Aunque el Espacio siempre se autogestionó y trabajó de forma autónoma, sus integrantes presentaron una denuncia ante las secretarías de Desarrollo Social y Cultura, pero la respuesta fue que “la comisión directiva de la sociedad de fomento es legal y no se puede hacer nada. Ellos deciden lo que pueden o no pueden hacer”, enfatizó Rojas.
|
La solución momentánea que encontraron para poder continuar con las tareas es realizarlas en las casas de vecinos que se ofrecieron voluntariamente. “La solidaridad y el apoyo del barrio se hizo notar de manera incondicional. Tenemos la posibilidad de hacer algunas cosas en los clubes del barrio y en casas particulares, donde poder resistir”, dice la mujer.
Por lo pronto, el servicio de apoyo escolar funciona en el domicilio de una vecina, y la murga “Los Rompecalles” suele ensayar en la Plaza Mariano Moreno, en Echeverría y Bompland. El resto de los talleres se distribuyen en los clubes de la zona.
Compromiso por la Vida tiene su blog en Internet, que utilizan como una herramienta para difundir sus actividades y, una vez ocurrido el desalojo, también lo hicieron público. Además, crearon su cuenta en Facebook para aunar el esfuerzo que les permita seguir con sus proyectos, bajo el nombre de ECCV El Espacio.