Todo empezó con un mensaje publicado en inglés: “Está bien, mataré a Trump, lo mataré yo mismo. Va a morir en el dormitorio presidencial de la Casa Blanca durante la noche. Tengo un disparo limpio desde un edificio cercano”. El texto encendió las alarmas en la Embajada de Estados Unidos, que activó el protocolo antiterrorista y notificó a las autoridades argentinas.
La División Antiterrorista de la Policía Federal inició una investigación bajo la coordinación de la Unidad Fiscal Especializada en la Criminalidad Organizada (UFECO), a cargo del fiscal Santiago Marquevich. A través de técnicas OSINT y rastreo digital, identificaron una dirección IP vinculada al posteo y ubicaron al responsable en Hudson, Berazategui.
Con la orden del Juzgado Federal de Quilmes, los efectivos allanaron su vivienda. Allí encontraron dos rifles, una pistola de aire comprimido, tres teléfonos celulares y una notebook. El joven, argentino y de 21 años, fue imputado por intimidación pública. Todos los elementos quedaron secuestrados y a disposición de la Justicia.