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Una nueva tragedia vuelve a enlutar Villa Gesell. En el mismo balneario donde el verano pasado cayó un rayo fatal, Lucas Toledo, un nene de 13 años, murió asfixiado por arena al quedar sepultado en un pozo que él mismo había cavado (ver Nene murió ahogado en el pozo de arena que él cavó).
El menor fue hallado por su madre, quien entró en estado de shock y realizó todos los esfuerzos por rescatarlo. Pero fueron en vano. Pablo Stocco, uno de los bomberos que participó del auxilio junto a policías, guardavidas y otros turistas, señaló que al nene "le cayeron encima unos 100 kilos de arena". "La consistencia de la arena cambia con la profundidad; por más que le hayan caído 50 kilos, igual lo hubiera aplastado", aseguró.
En el centro de salud se estableció la muerte del adolescente por paro cardiorrespiratorio, consignó el periódico local El Diario de Gesell. La víctima se encontraba de visita en el balneario de la costa acompañado por su madre, una hermana de 30 años y una prima, todos provenientes de la localidad de Glew, partido bonaerense de Almirante Brown.
Este lunes, además, el sitio Minuto G dio a conocer un detalle escalofriante: la mamá del menor le sacó fotos al hijo cuando estaba en el pozo, porque creyó que todo era parte del juego. Cuando se dio cuenta que Lucas había caído por accidente, pidió ayuda.
Estas imágenes, tomadas instantes antes de la tragedia, ya están a disposición de la Justicia. En el hecho, caratulado como "averiguación de causas de muerte", interviene la UFI 6 de Villa Gesell, a cargo del fiscal Eduardo Elizarraga.
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Murió ahogado en el pozo de arena que él cavó
Un nene de 13 años, oriundo de Glew, quedó sepultado cuando las paredes cedieron. Lo halló su madre.
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15 de diciembre de 2014