La clave, claro, está en el aceite. Aunque sea de oliva y virgen extra, a la hora de tomar alimentos fritos supone una ingesta considerable de grasa. ¿La solución? Prepararlos en el horno.
- Cortalas de manera habitual, en tiras o dados.
- Prepara en un bol grande un aliño con cuatro cucharadas de aceite de oliva y sal.
- Vertí las papas en el bol y asegúrate de que se mezclan bien con el aceite.
- En una bandeja de horno, colocalas separadas y rocialas ligeramente en la parte superior con aceite de oliva en spray.
- Hornéalas durante 20 minutos a 210º.
- El resultado: unas papas fritas perfectas: doradas por fuera, suaves por dentro y con menos de la mitad de grasa.
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7 de octubre de 2014