Carlos Villagra no está. Su casa está vacía pero no su campo. El 25 de marzo del año pasado se lo vio por última vez jugando con sus perros en su quinta. Después, el silencio. (Ver: Se lo tragó la tierra y acusan a un grupo de umbandistas). Algunas conjeturas intentaron demostrar cómo fue su último día en su casa: unos vecinos lo vieron irse en moto, otros pusieron la mirada en unos inquilinos. Villagra alquiló un galpón ubicado en un extremo de su finca a un grupo Umbanda que lo utilizaba para rituales y sacrificios de animales. Pero poco se descubrió sobre su posible paradero.
El misterio rodeo a la desaparición durante meses. Karina, la hermana de Carlos, se contactó con la ONG Comisión Esperanza especializada en búsqueda de personas desaparecidas, y desde entonces la difícil tarea de encontrarla recobró energías. Inclusive, la desaparición del estanciero fue relacionada con otra desaparición similar en la zona, la de Ana Luisa Stumer, una abuela, también de San Miguel del Monte, a la que intentaron quitarle la propiedad (Ver:La abuela desaparecida habría sido ejecutada).
El caso tomó un giro inesperado cuando los inquilinos, quienes están acusados de portar documentación falsa sobre el alquiler del campo, denunciaron penalmente a los familiares de Villagra, casi un colmo. (Ver: Los okupas del campo de Villagra denunciaron a los familiares por usurpadores).
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A su vez, la familia del estanciero solicitó la ayuda a la oficina de Asistencia a la Víctima, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, quienes la acompañaran en la búsqueda de Carlos. El campo continúa ocupado por un grupo practicante de la religión Umbanda, rama Kinbanda, que permite el sacrificio de animales. Pero el rumbo de la investigación trajo nuevos datos. “Hubo otros eventos también por lo que pocos habitantes se percataron de una gran hoguera que se hizo en las cercanías del campo de Villagra”, explicó a 24CON Cohen Rúa. Inclusive, llegó a oídos de los investigadores que varios de los miembros de la Sociedad Rural, o quienes asistieron a la fiesta de ese fin de semana de marzo, también eran asiduos concurrentes a los rituales umbandas celebrados en el galpón alquilado a Villagra.
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Los okupas del campo de Villagra denunciaron a los familiares por usurpadores
Carlos Villagra desapareció en marzo y desde entonces no hubo más datos. Un grupo umbanda que le alquilaba un galpón se quedó con el campo y denunció a la familia cuando fueron a revisar la casa.
¿Qué relación hay entre el empresario, la abuela asesinada y los umbanda?
El pasado diciembre un episodio similar al de Villagra Suárez conmocionó San Miguel del Monte: una anciana fue secuestrada en su chacra, mandó una serie de SMS y apareció muerta.