Una videollamada entre una joven mendocina y su madre inició una investigación por explotación y trata de personas que luego desembocaría en un rescate internacional coordinada entre Argentina y Perú.
Todo comenzó hace más de un año cuando una mujer, engañada por falsas promesas de un venezolano que la contacto por redes sociales, partió de la casa en su Mendoza natal. Sin noticias sobre el paradero y comunicaciones atravesadas por episodios de violencia, su madre comenzó a sospechar.
La celeridad a la coordinación internacional con la Dirección Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la Policía del Perú y el intercambio de información brindada de las antenas de los celulares fueron determinantes para cercar a un ciudadano de nacionalidad venezolana que se encargaba de captar a jóvenes vulnerables en portales web.
En el marco del artículo 27 del Protocolo de Palermo (Cooperación Internacional) los uniformados avanzaron con la investigación en Lima, realizaron el allanamiento del inmueble, donde detuvieron al hombre y rescataron a la ciudadana que dejo su casa en Mendoza un año atrás.