Una parte central en la vida carcelaria tiene que ver con la provisión de mercadería por parte de familiares y allegados. Con días y horarios acotados, una escena se repite: demoras, esperas bajo el sol o la lluvia y la imposibilidad de recuperar una jornada si por algún motivo se falta a la cita.
En ese sentido, Carolina Rizzo, abogada penalista, ideó un proyecto parándose en el crecimiento de los servicios de encomienda y transporte: Penal Market.
“Es la primera plataforma digital para entrega de mercadería no perecedera, limpieza e higiene personal para personas privadas de su libertad”, explicó Rizzi.
“La idea es descomprimir a la familia que tienen que pasar por un montón de procesos engorrosos y agotadores”, agregó. “Se pierden días de trabajo, van con los niños, bajo la lluvia o en pleno sol”, detalló.
“Trabajamos con 255 productos de primera necesidad”, describió Rizzi. “Hay un costo mínimo de 30 mil pesos y un máximo de 100 mil”, explicó. Lo qué más sale es yerba, azúcar y algunos productos de limpieza.
El embalaje está preparado para ser recibido por el sistema penitenciario que realiza un detallado control de la mercadería para evitar el ingreso de productos prohibidos, drogas u otros elementos ilegales.
“A veces uno no puede ir a hacer los depósitos”, explicó la novia de un detenido que ve con buenos ojos la iniciativa.
Hasta el momento, el depósito emplazado en Ciudadela, tiene llegada hacia los complejos penitenciarios de San Martín, Merlo y la Unidad 39 de Ituzaingó. Pronto esperan incorporar a la cárcel de Florencia Varela.