Un hombre de 70 años tuvo que ser intervenido de urgencia para extraerle un tenedor que se había introducido en el pene para darse placer sexual, sin poder evitar que se le quedara incrustado y que le lastimara su abdomen.
El afectado, por vergüenza, tardó doce horas en ir a un hospital de Camberra, en Australia, donde finalmente lo operaron. Los médicos tuvieron que dormirlo con anestesia general para poder extraerle el utensilio de diez centímetros de longitud, gracias a una laboriosa maniobra que requirió mucho lubricante y pinzas.
El inusual hecho fue publicado en un artículo del International Journal of Surgery Case Reports, donde los doctores mencionaron que el tenedor se dejaba ver por los rayos X y, además, se podía tocar.
Si bien es habitual la extracción de objetos del cuerpo humano, como cables, cepillos de dientes, lamparitas, termómetros, plantas, verduras, sanguijuelas, serpientes o pegamento, el caso del tenedor es una verdadera novedad.
Los doctores Krishanth Naidu, Maurice Mulcahy y Amanda Chung, quienes hicieron el reporte, lo difundieron porque "querían crear una discusión entre los médicos para saber lo raro e infrecuente que puede ser encontrar un tenedor en un pene", según informa el Daily Mirror.
21 de agosto de 2013