El hecho, insólito y riesgoso, dejó a todo un pueblo a oscuras en el final de un lunes feriado.
Lunes 17 de Agosto, feriado, un día hermoso. Un parapentista, que según trascendió se llamaría Julián, tuvo la idea de sobrevolar con su paramotor (parapente motorizado), en una tarde, aparentemente privilegiada para la práctica del parapentismo, la localidad de Cañuelas, pero, de improviso, a las 18:15 la suerte que lo había ayudado a ascender en altura desapareció y, el intrépido volador tuvo que descender, casi en picada, aterrizando, por obra de la casualidad, en los cables de alta tensión de la zona. Este hecho, que de alguna manera salvó su vida, generó una fuerte explosión, un fogonazo y el corte repentino del suministro eléctrico en toda la zona de Cañuelas.
24CON habló con personal de la Comisaría de la Estación Comunal Cañuelas sobre los detalles de lo ocurrido: “El volador se cayó en un cable de alta tensión y provocó una explosión que dejó a todo Cañuelas sin luz, hasta Tristán. Fue solucionado con la ayuda de los bomberos y una ambulancia que lo bajaron. La persona estaba bien”.
Consultada sobre si el “intrépido volador” quedaría detenido por alguna causa, la fuente policial explicó: “Al no presentarse ninguna denuncia esta persona no es punible, por lo que no quedó detenido”.
Marcelo Toledo es instructor de vuelo y dirige la escuela, La Busqueda, cerca de la zona donde ocurrió el accidente, consultado por 24CON explicó: “Me enteré a último momento, porque estaba ocupado con mis clases. Fue una desgraciaron con suerte. Esta persona no tiene nada que ver con nuestra escuela, sino que salió desde Navarro, a unos treinta kilómetros en línea recta desde Cañuelas. Aparentemente se dirigía hacia la zona, pero se quedó sin combustible”.
El instructor también explicó que: “Tener un paramotor es como tener una aeronave en el baúl del auto. No hace falta una pista, la persona puede despegar en 7 metros de carrera y dirigirse a algún lugar a través de GPS o un sistema visual. Esta persona, siendo el atardecer no vio los cables. Podría haber muerto electrocutado”.
Salió a volar, salvó su vida al quedar enganchado de los cables de alta tensión y, dejo a todo un pueblo sin electricidad. Para una tarde, el intrépido parapentista seguramente considerará que fue suficiente.