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Días atrás, Guido Süller rompió el silencio y confesó que tenía un hijo de 20 años: “nunca me imaginé que tenía un hijo de 20 años”, sostuvo el mediático sorprendido por la noticia. Luego de un extenso recorrido por la teatralización, al mejor estilo Chiche, quien merece ser reconocido por su capacidad de crear de la más ínfima migaja periodística, todo un banquete mediático, el supuesto papá y su supuesto hijo se dieron cita en el living de Gelblund para leer el supuesto análisis de ADN, que obviamente dio negativo, (resultado insólito teniendo en cuenta que este tipo de análisis se resulten en número de posibilidades y no en positivo o negativo).
El adolescente es de Córdoba, se llama Marcos Tomás, y lo conoció mediante el Facebook: “me siento identificado con él”, declaró Tomy. Luego de varias charlas telefónicas, Guido y Tomás se encontraron en Buenos Aires y juntos comenzaron a recorrer la noche porteña.
“Los resultados obtenidos excluyen la existencia de vínculo de paternidad de Guido Suller respeto de Tomás L.”, señalaba el informe médico. "Igual seré su padre del corazón", dijo en ese momento, muy dolido y emocionado, Guido Süller.
Ahora bien, no podemos negar la capacidad del maestro de TV Chiche, para llamar la atención, pero eso si, ¿alguien se imaginó al hermano controvertido de Silvia Suller haciendo de papá tipo familia Ingals u Homero Simpson? La verdad que suena raro. Y ese joven con todo el aspecto de mucamo de Susana Giménez ¿ no parece más bien un pequeño trepador modelo: “Todo-por-5-minutos-de-fama”, que un hijo que al fin encuentra el amor perdido de su progenitor?
Amigos, si quieren prensa porque no aprendieron otro medio de vida que cobrar por notas o por presentarse en una disco, esta bien, la verdad muchachos, no los veo como plomeros, gasistas o estibadores, pero por favor, un poco más de creatividad a la hora de inventar, más que padre hijo los Sullers parecían la Jaula de las Locas. A las 22:45, cuando se conocía el resultado del ADN, el minuto a minuto tocaba picos de 14.4 puntos de rating. Mucho ruido y, pocas, pero muy pocas nueces.