Efectivos del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la PFA, capturaron en la provincia de Buenos Aires a un abogado acusado de brindarle su teléfono celular particular a detenidos de alto riesgo para que los mismos planifiquen y ordenen hechos delictivos, entre otros encargos.
Todo comenzó cuando personal del Servicio Penitenciario Bonaerense detectó diálogos relacionados a un atentado contra autoridades judiciales y a un funcionario de la mencionada institución penitenciaria.
Los federales determinaron, luego de varios meses de discretas investigaciones, que el rol del letrado no era en sí la defensa penal de los internos sino articular en su condición de abogado, comunicaciones con varios detenidos hacia el exterior del penal sin límite de tiempo.
El abogado recibía instrucciones y las transmitía personalmente y gestionaba ciertos encargos que le eran ordenados a cambio de dinero en billete dólar. Muchos de ellos estarían vinculados al sicariato.
La Justicia ordenó allanamientos en los Servicios Penitenciarios Federales de Marcos Paz como Ezeiza y en cuatro domicilios ubicados en Ezeiza, en el Barrio Padre Carlos Mugica (ex villa 31) en la Ciudad de Buenos Aires, Isidro Casanova y Rafael Calzada.
Con la evidencia recabada, detuvieron al “abogado del diablo” a salida del penal de Ezeiza, luego de que visita al “Loco César”, un reconocido narco de la Villa 31.
Entre todos los procedimientos secuestraron 11 gramos de cocaína, una carabina Anderson AM-15 calibre .223 secuestrada en un domicilio dentro de la Villa junto a 120 municiones del mismo calibre, un sub-fusil desarmado y elementos que podrían armar más fusiles, un cargador calibre .9 milímetros, un vehículo, dos teléfonos celulares, 240 mil pesos, una notebook, dos pendrive y demás elementos de interés para la causa.