¿Pasa o no pasa? Los nervios en la fila del semáforo de la AFIP en el aeropuerto de Ezeiza son interminables para quienes buscan esquivar el control aduanero.
Por norma, hay una franquicia máxima permitida para compras en el exterior de US$500. En caso de superarla, se deben pagar impuestos de importación, algo que la mayoría intenta evitar.
ntre 2015 y 2017 la Aduana les inició 2174 procedimientos para confiscar productos a quienes llegaron al país a través de Ezeiza. Algo similar a lo que les ocurrió a los jugadores de la selección argentina de fútbol que llegaron ayer desde Nueva York con 11 valijas de mercaderías sin declarar.
En las redes de la Aduana quedaron productos de lo menos pensado, como prótesis mamarias, agujas para hacer acupuntura, armas de fuego, tortugas de tierra y máquinas para pelar camarones. También hay muchos otros más previsibles, como zapatos, ropa, tablets, computadoras, celulares y medicamentos.
Dentro de las valijas que ingresaron con productos sin declarar fue más frecuente que hubiera ropa y electrónica, dos categorías atractivas para la billetera de los argentinos que viajan al exterior.
En el top tres de los procedimientos de retención hubo 616 de indumentaria, 382 de celulares y 106 de repuestos. Estos números no indican la cantidad de esos elementos que ingresaron al país, sino las veces que se realizaron operaciones de confiscación en la Aduana por este tipo de productos.
La indumentaria, los celulares y los repuestos se mantuvieron constantes durante el trienio. En 2017, en cambio, irrumpió un objeto hasta ese entonces desconocido. Con 22 operaciones de confiscación, los spinners (juguetes de tres puntas con centro giratorio) entraron al top 15 de protagonistas.
Aninalitos y accesorios sexuales
Aunque ninguno despertó la polémica del venezolano Guido Antonini Wilson, que ingresó al país US$800.000 supuestamente para financiar la campaña presidencial de Cristina Kirchner, la Aduana hizo en 2017 procedimientos donde retuvo divisas y monedas, algunas de oro.
El reino animal está presente en la lista con retenciones de ropa para perros, pero también de canarios, patos y tortugas de tierra. Y el mundo del placer sexual tuvo algo de protagonismo con confiscaciones de viagra y estimuladores.
Bajo la categoría "accesorios" se encuentran las más variadas actividades y productos: taekwondo, kartings y aviones. Los bienes relacionados con los hobbies no se agotan, y también hubo retenciones de tablas de kitesurf, equipos de karaoke y kits de snorkel.
En cuanto a la estética, hubo dos retenciones de cortinas de pelo para extensiones y dos de cabello; una de gel de manicuría; dos de prótesis mamarias; una de pestañas postizas; un equipo de masoterapia (masajes terapéuticos) y una de máquinas para cortar el pelo.
Los "contrabandistas" fierreros también fueron varios e intentaron pasar tapas de cilindros, engranajes, GPS, repuestos de cuatriciclo, motos y casas rodantes y pastillas de freno.
Probablemente la diferencia de precio entre las versiones con o sin caparazón sea razón suficiente para que hubiera una confiscación de peladoras de camarones y el boom de los tatuajes entre los jóvenes explique la retención de máquinas, tinturas y agujas.
Pero hay otras categorías que dejan volar la imaginación: implantes dentales, crayones y sierras de joyero son algunas.
Fuente: La Nación