El juez Sergio Moro, quien lideró la operación Lava Jato y envió a 12 años de prisión al ex presidente Lula Da Silva sin pruebas concretas, se convertirá en el ministro de Justicia y Seguridad Pública del presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro. El encarcelamiento y proscripción del político más popular del país le abrió el camino al ultraderechista para obtener la presidencia y ahora eso será recompensado con un cargo.
"Acepté la honrada invitación", aseguró el magistrado a través de un comunicado a la prensa, después de reunirse personalmente durante dos horas con el ex militar en la residencia del presidente electo en Barra de Tijuca. El adversario político del Partido de los Trabajadores adelantó que el foco principal su gestión será "el combate del crimen organizado y el lavado de dinero".
Moro, quien intentó erigirse como un "emblema anticorrupción" en los últimos años, señaló que con "cierto pesar" tendrá que abandonar "22 años de magistratura" para aceptar la propuesta que Bolsonaro le había hecho llegar incluso antes de resultar electo.
"Sin embargo, la perspectiva de aplicar una fuerte agenda anticorrupción y anticrímen organizado, con respecto a la Constitución, la ley y los derechos, me llevaron a tomar esta decisión", indicó el juez que le negó a Lula sin fundamentos todos los recursos que presentó tras su detención.