La Policía rosarina respondió ayer a una inusual denuncia recibida a través del 911. Quien llamó a los uniformados era el dueño de una panadería ubicada en el sur del macrocentro de la ciudad, que denunció que un cliente habitual del comercio había filmado a las empleadas del lugar con una cámara oculta.
Según indicó el comerciante a los efectivos policiales, la acusación no se refiere a un hecho aislado sino a una práctica recurrentepor parte del joven de 26 años, que fue demorado ayer por la tarde en el local ubicado en la esquina de 27 de Febrero y Sarmiento.
El procedimiento se llevó a cabo en la panadería. Allí, los agentes provinciales requisaron al muchacho y hallaron varios elementos que dan asidero a la denuncia del panadero.
De acuerdo a lo que informaron voceros de las fuerzas de seguridad, el joven usaba una cámara oculta en una mochila que apoyaba en el piso para tomar imágenes de las empleadas sin su consentimiento. Además de ese dispositivo, el personal del Comando Radioeléctrico secuestró un celular y tres tarjetas de memoria que pertenecían al sospechoso, al igual que una Peugeot Partner que utilizaba como vehículo particular.
Los videos secuestrados muestran que la cámara escondida en la mochila era solo uno de los métodos usados por el individuo para registrar imágenes de modo subrepticio. En ocasiones también filmaba colocando la cámara encima del mostrador.
Si bien la Fiscalía Regional de Rosario fue consultada sobre el caso para evaluar una acción penal contra el joven, la cuestión finalmente quedó en manos del Tribunal Municipal de Faltas. Aunque no confirmaron la contravención que se le podría atribuir por el episodio, lo cierto es que el órgano en cuestión puede aplicar multas y dictar hasta 15 días de arresto en algunos casos.