Martín Morel es la mayor revelación de Tigre a lo largo del semestre. Si bien sus primeros pasos en el fútbol los dio bastante lejos de los flashes y las portadas que genera a diario en la máxima categoría del deporte en nuestro país, trabajó duro y parejo para llegar… ahora sólo resta que finalice el torneo para que un tal Diego Armando lo convoque a entrenar con la selección nacional.
Además de una clara visión y mejor ejecución cuando la redonda cae en sus pies, tiene un común denominador con quienes comparte vestuario desde hace algunas temporadas. "La humildad y el trabajo de este grupo son impresionantes", le aseguró el enganche a 24CON.
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Consciente y ansioso, Morel justifica en esos dos conceptos : "Merecemos ser campeones", afirmación presente en cualquier boca de la zona norte del Conurbano. "Hicimos un buen campeonato, por algo estamos acá. Hay cosas por corregir pero no somos menos que nadie", dijo -con el casette adentro y el play apretado-.
A la hora de hacer el balance, este rosarino que todavía mantiene su número de teléfono santafecino, reconoció que si antes de debutar en Primera alguien le garantizaba ocupar dos veces un lugar en el podio en tres campeonatos disputados, "firmaba, pero ahora, acá, quiero ganar".
A la hora de hablar, como en el verde césped, el 10 de moda tiene las cosas claras. "El partido contra Colón fue el que más dolió aunque después hayamos tenido chances de cortarnos solos. Estaba ganado y esos dos puntos que perdimos sobre la hora hoy los terminamos lamentando demasiado. La historia bien podría ser distinta", expresó con un dejo de bronca que se le escapaba sin querer, queriendo.
Deseoso de bañarse y volver a casa antes de un fin de semana histórico, el goleador de Tigre comparó la presión de este presente con la de la previa al ascenso en la promoción frente a Nueva Chicago: "Conseguir un ascenso no es fácil, aquella vez dejamos tres clásicos en el camino y encima la promo. Sin eso, esto no hubiera podido ser. Son presiones diferentes que se complementan".
"Esto ya lo vivimos cuando salió campeón Lanús, ahora lo tomamos con más tranquilidad aunque es relativo. Noventa minutos para ser campeón no es cosa de todos los días", cerró su idea Martín Morel. En el final, por si quedaban dudas, expresó su deseo: "Va a estar difícil pero vamos a pelear hasta el final, ojalá salga el partido perfecto y podamos ser campeones".
Ya basta, dejó de ser hora de palabras, es el momento de la verdad.