Sacar el 49 por ciento de los votos, luego de 12 años de gobierno, le permitió al peronismo empezar a transitar con moderación la interna y los pases de factura. Por ahora, todos los protagonistas buscan encontrar los primeros acuerdos para transitar el camino de la oposición. Mañana, la presidenta invitará a un almuerzo a los gobernadores, los entrantes y los salientes y el jueves habrá reunión en el PJ nacional de calle Matheu 130, donde los gobernadores respaldarán al sanjuanino José Luis Gioja para presidir el bloque del FpV/PJ en Diputados y que el jujeño Eduardo Fellner vaya a la Auditoría General de la Nación.
El gobernador Scioli declaró el fin de semana que “hay que hacer un esfuerzo” para que todos se mantengan unidos ya que la dispersión favorece a la otra fuerza política. “Vamos a tener que ampliar el espíritu frentista. Va a ser un proceso de mucho análisis, sin agresión y sin tirar a nadie por la ventana. Es un proceso que a veces es traumático pero tenemos que pasar por él”, dijo el bonaerense.
Mientras Cristina y Scioli buscarán mantener la unidad, desde Salta, el gobernador Juan Manuel Urtubey buscará ser el próximo presidente del PJ el 30 de junio y el interlocutor de Mauricio Macri. Sabe que tanto Cristina, Scioli y Capitanich dejarán el poder el 10 de diciembre, con lo cual se le hará más fácil aglutinar un peronismo más conservador, más dialoguista con el gobierno central, incluso tendiendo puentes con José Manuel De la Sota y Sergio Massa.
Urtubey sabe que tiene que negociar con el presidente electo. En los ultimos dias, el gobernador de La Rioja recibió un llamado del macrismo para que retire sus diputados de la última sesión o se quedaba sin la remesa de dinero para los sueldos. El látigo de Cristina ahora lo tiene Mauricio.
Por otra parte, un interlocutor muy cercano a Massa cuenta que la noche del balotaje, cuando el tigrense vio que en la provincia de Buenos Aires ganaba Scioli y que a nivel nacional se había perdido por dos puntos, comentó en voz alta “olvidémonos que vengan para acá, hay que trabajar por afuera del peronismo¨.
El acuerdo de Massa con María Eugenia Vidal en la Cámara de Diputados bonaerense confirmó que el massismo puede ser absorbido por Cambiemos y que la oposición en la provincia la encabezarán el peronismo, los gremios y los intendentes. La jugada de Vidal de darle la presidencia a Jorge Sarghini fue buena porque se aseguró la mayoría y colocó como el enemigo a vencer al peronismo bonaerense.
Por su parte, De la Sota sabe que fue el mayor responsable de la derrota de Scioli y que es imposible que pueda volver al peronismo. El mismo Ginés González García fue claro al afirmar que “el peronismo no les va a perdonar a Massa y a De la Sota que se haya perdido por la conducta de ellos”.
El próximo 10 de diciembre el peronismo estará en la oposición y allí se verá su capacidad de relacionarse con la realidad y en defensa de los trabajadores. El historiador, cineasta y ensayista Jorge Coscia señala que “existen peronistas que están dentro de esa fuerza transformadora y dadora de vida, y otros que podrán llamarse a sí mismos peronistas todo lo que quieran, pero que se han alejado de la raíz. El peronismo es un árbol que tiene, desde siempre, distintas ramas, algunas más cerca de la raíz dadora de vida, otras más alejadas, hasta que se separan tanto que se cortan y se secan”. Por su parte, el diputado nacional Mario Oporto recordó que “Néstor Kirchner vino a la Argentina a salvar a la patria, pero también vino a evitar que el peronismo se transformara en el partido de la derecha argentina.”
El 30 de junio habrá elecciones para renovar las autoridades del peronismo. Allí se verá cuál será el camino que tomará su dirigencia frente a las políticas de Macri.