La denuncia de dos mamás de una escuela salteña permitió descubrir una macabra maniobra de explotación sexual de menores.
Todo comenzó luego de que una chica de 16 años desapareciera por unos días. Su madre encontró mensajes en el teléfono donde un hombre le ofrecía grandes cantidades de dinero a cambio de mantener un encuentro sexual. A su vez, le pedía que asista con su hermana de 13.
A su vez, otra madre realizó una segunda denuncia donde manifestó que un compañero del colegio secundario de sus hijas de 16 y 13 años, intentó reclutarlas a la salida del establecimiento, cuando un hombre de aproximadamente 60 años las observaba fijamente y les hacía señas.
Con dicha evidencia más una declaración en Cámara Gesell, la PSA descubrió el modus operandi de los delincuentes. Primero las contactaban por mensaje. Una vez sellada la “cita”, un remisero de 63 años las pasaba a buscar y las llevaba hacia distintos hoteles donde eran explotados sexualmente por otros tres hombres.
Como resultado de los cinco allanamientos en viviendas ubicadas en Salta, se detuvo a los cuatro hombres y se secuestraron teléfonos celulares, computadoras, pendrives, discos externos de almacenamientos, lencería erótica, elementos para prácticas sexuales, marihuana, un vehículo y documentación de interés para la causa.
Los delincuentes quedaron imputados por el delito de “trata de personas con fines sexuales” a partir de una cartera de clientes que exige adolescentes de un colegio secundario.