“La ciudad va a temblar por dos días”, se lee en la página oficial del Municipio y en las decenas de carteles que se encuentran esparcidos por las calles del centro. Hotelería totalmente reservada, casa- quintas alquiladas y un camping que debió ser ampliado son parte del paisaje de este pequeño distrito que dentro de unos veinte días vivirá el evento deportivo más importante de toda su historia.
Además, los propios vecinos ofrecieron sus casas en la secretaría de Turismo. Son alrededor de doscientos. Los interesados en alquilarlas deben comunicarse a la dependencia municipal y allí los contactarán con los locadores. “Hay que aprovechar el colapso”, expresa Quagliardi. Y en eso están todos y cada uno de los colonenses. Se calcula que los comercios, cualquiera sea el rubro, trabajarán veinte o treinta veces más de lo que lo hacen habitualmente.
En lo que respecta a la seguridad, alrededor de 600 agentes de Gendarmería nacional estarán abocados al operativo, ya sea en el trayecto de la ruta nacional Nº 8 (por donde llegarán los 370 vehículos) como en la Villa Deportiva, donde estará alojado el parque automotor. A la vez, habrá no menos de dos helicópteros que estarán permanentemente sobrevolando la ciudad y la zona.
Todo está listo. Al parecer no quedarán detalles librados al azar. Aunque en medio de semejante movida, nunca se sabe. “Nos comunicamos con la gente de Saladillo (el año pasado vivió la misma situación por la que pasará Colón: fue la ciudad campamento Kilómetro cero) y nos contaron que es imposible poder con todo, algunas cosas se nos van a escapar, pero haremos hasta lo imposible para que la gente que nos visite se sienta cómoda, bien atendida, y sólo se disponga a disfrutar del espectáculo que brindarán estos monstruos del automovilismo mundial”, cierran desde Turismo, a la espera de 2010.