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El mediático Ernesto “Torry” Palenzuela sacó a la luz su lado más serio y, alejado de los escándalos y las piñas en el programa de Anabela Ascar e “Infama”, confesó su deseo de competir por la jefatura de la Comuna 12 en la Ciudad de Buenos Aires, con centro en Villa Urquiza, donde tiene pensado abrir una unidad básica.
En diálogo con 24CON, dijo estar “convencido” de que Amado Boudou, es “la mejor opción” que tiene el oficialismo para la jefatura de Gobierno porteña.
Torry formó parte de la comitiva del ministro de Economía durante un acto organizado en el Palais de Glace la semana pasada, y también lo acompañó durante una recorrida por el barrio de Flores, hasta donde llegaron a presentar las propuestas para la candidatura, de cara a las elecciones del 10 de julio.
Sin embargo, el actor aclara de entrada que no es “de los que aparecen de un día para el otro gritando ‘viva Kirchner’”. Por el contrario, milita en el peronismo desde la década del ’80. “Primero fui presidente del Centro de Estudiantes del ISER y desde hace años soy congresal del PJ en Capital. Lo que pasa es que nunca lo hice público, nunca lo mezclé con mi rol de actor y productor”, explica.
Con respecto a Boudou, afirma que “he conversado con él y formo parte de la mesa del comité de campaña. La gente me ve en espectáculos de humor escatológico y bizarro, y piensa que lo único que hago es eso. Pero desde los 18 años me crié entre casas tomadas, recorrí todas las villas y trabajo en áreas de emergencia. Hice todos los deberes de un militante”, destaca, para diferenciarse de la mayoría de los artistas que devienen en políticos de la noche a la mañana.
Al definirse a sí mismo como un “fiel seguidor” del modelo adoptado por la Presidenta, el humorista aprovecha para tirarle unos cuantos dardos a Macri. “Acá en Capital hay un desgobierno con mucho maquillaje: las bicisendas, el Metrobus que sólo hace embudos de tránsito… viene a ser como asfaltar arriba de las cloacas. Prometieron diez kilómetros de subte y no hicieron nada, y en los hospitales públicos es una hazaña conseguir turnos”, dispara con firmeza.
Por eso, apoya abiertamente el proyecto nacional. “Hace siete años, esto era Bosnia. Estábamos colgados de una ramita sobre el precipicio. En los clubes del trueque, un remisero cambiaba un viaje por dos pociones de tarta. Los que teníamos un pesito ahorrado en el banco, no lo podíamos sacar. Caminabas las avenidas y en todos los locales había carteles de ‘se alquila’ o ‘se vende’. Ahora se ve un crecimiento económico importante, está la Asignación Universal por Hijo, se pueden jubilar hasta las amas de casa”, compara.
También rescata las políticas de Derechos Humanos, que “estaban guardadas en un ropero y hoy forman parte de la agenda. Es importante que un gobierno ponga la memoria adelante, cuando hubo medios que quisieron ocultar todo lo que pasó”, dice, en referencia a Clarín, y agrega: “Es peligroso que el Grupo quiera instalar una nueva alianza entre Duhalde y Alfonsín. Acá se terminó eso de que un diario te cambia un ministro, la gente empezó a entender”.
¿Qué es lo que Torry intentaría transformar si asumiera como funcionario? Fundamentalmente, “reordenar el gasto de dinero, para que haya mucho más presupuesto en educación. Buenos Aires es la única ciudad del país que siempre tiene problemas para arrancar las clases. Los chicos no pueden ir a la escuela porque se cagan de frío”, señala.
Mientras se decide si Boudou será o no la opción del oficialismo en las elecciones porteñas, el actor espera ocupar un lugar junto a él. “Si me toca formar parte de la lista, lo haré”, confirma, decidido.
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