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Un rey, un castillo y un sueño delirante

El 19 de octubre de 1947 Chascomús celebró el día de la amistad, ese mismo día se fundó un reino disparatado nacido de la mente de un grupo de amigos que querían llevar sus sentimientos más allá de la mesa de bar que los reunía.
Viernes, 03 de julio de 2009 a las 12:51
El 20 de julio se celebra el día del amigo, en conmemoración de la llegada del hombre a la luna, paradójicamente se celebra que millones de personas, juntas, hayan presenciado tan importante acontecimiento por televisión.

Sin embargo mucho antes de aquel julio de 1969 el pueblo de Chascomús celebro la creación del Reino de la Amistad, una alocada institución conformada por vecinos amigos quienes construyeron un castillo y nombraron reyes, duques y ministros, todo lo que un reino como tal necesita.

La historia comienza en la década del 40 en un bar de Chascomús, donde varios amigos, entre copas fantasearon con perpetuar ese sentimiento que compartían, así entre risas confeccionaron el acta de fundación del Reino, y nombraron a su rey, Manuel I Rey de Copas, dueño del bar donde se reunían. Con el tiempo la idea fue creciendo, los cortesanos emitían decretos, ordenanzas y hasta una constitución de 22 artículos. Uno de los súbditos, quien era maestro mayor de obra, ideo un castillo donde se podrían congregar todos los habitantes de aquel delirante reino.

Ministro de la No Guerra, de la protección de la infancia, de Televisión, de Autos y carruajes, de confidencias reales y tambores, fueron algunos de los bizarros cargos, Duque del Río Salado, Duque de San Borombón, y dinastía del Biberón fuero otros títulos de Nobleza

Con esfuerzo y ahorros, los amigos, quienes se autodenominaban “Amigos de los Amigos”, lograron adquirir dos lotes a 2 kilómetros del casco del y allí mismo erigieron en 1947 la sede de su reino. Un castillo al que no le faltó su torre ni su salón principal donde se daban reuniones y bailes. Hasta tuvo su propia “Real Plaza de Toros”, con gradas de tablones para que todos los habitantes pudieran ver el espectáculo. Se realizaron 3 corridas en toda su historia, pero a diferencia de las europeas, ningún toro fue lastimado. El reino tuvo su propio medio de difusión, el periódico el Heraldo, donde las autoridades informaban sobre las actividades oficiales.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El sueño del mini reino utópico donde todos sus habitantes sean amigos duró varios años, hasta bien entrada la década del 60 sus habitantes, cortesanos y súbditos se reunieron durante esos tiempos en el castillo y en el bar para divertirse. Sin embargo en 1966 cuando falleció el rey, no hubo sucesor y el reino cayó en el olvido, y el castillo, abandonado, se convirtió en ruinas. ¿Problemas de gobernabilidad quizás? O simplemente que el sueño ya había cumplido su ciclo y los creadores no supieron trasmitir a otras generaciones el valor que supieron darle a la amistad.

Sin embargo, 40 años después de aquel reinado, Chascomús vio alzarse un nuevo monarca y en 2005 revivió el Reino de la Amistad y dos años después se nombró a Julio I quién tiene la ardua tarea de reconstruir el viejo reino.

El castillo aun puede visitarse y es un atractivo más de la ciudad de Chascomús, donde, a sólo 120 kilómetros de Buenos Aires, la laguna y sus posibilidades deportivas y turísticas son las protagonistas.

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