Los vecinos de City Bell denuncian una ola de robos que no da tregua y ocurre a cualquier hora del día. Desde entraderas y ataques de motochorros hasta un falso jardinero que roba medidores.
Un barrio que históricamente fue sinónimo de tranquilidad hoy vive en estado de alerta. Las cámaras de seguridad registraron violentos episodios. Tres delincuentes armados a bordo de una moto encañonaron a sus víctimas para robarles el auto. En otro video, dos “roba ruedas” utilizan una llave cruz para llevarse una goma en segundos; y un hombre con escoba en mano, que fingía ser jardinero, quedó escrachado cuando intentó llevarse un medidor de gas de una vivienda.
En tan solo un mes, al menos cuatro casas fueron violentadas por delincuentes, incluso en pleno centro de City Bell y a solo media cuadra del regimiento del Ejército. “Ya no importa la hora ni el lugar, entran igual”, resume una vecina angustiada.
El miércoles pasado, un remisero que trasladaba a una vecina fue abordado por tres motochorros: lo encañonaron y le robaron el vehículo. Dos días después lo encontraron completamente incendiado. El hecho causó indignación entre los frentistas, que ya habían advertido la falta de controles en la zona.
El último episodio ocurrió cuando cinco personas que circulaban en una camioneta gris aprovecharon que una vecina no estaba en su casa –se había ido a un cumpleaños– para forzar el portón e ingresar.
Hace apenas semanas, otros dos domicilios de la misma cuadra también fueron blanco de delincuentes. Los vecinos reclaman una presencia policial efectiva y sostenida, y exigen que el Municipio y el Ministerio de Seguridad de la Provincia intervengan de inmediato para frenar una escalada que amenaza con volverse incontrolable.