El accidente de la familia Pomar muestra la cara más dolorosa de la ineficiencia investigativa de la Policía de la provincia de Buenos Aires, ya que desnudó sus más notables errores de procedimientos y una considerable cuota de improvisación que adorna un fracaso fenomenal.
La patética imagen del ministro de Seguridad Carlos Stornelli, y del Subsecretario de Investigaciones, Paul Starc, dando explicaciones ante las cámaras de televisión, ocultándose detrás del “proceso de investigación” y las “pericias forenses”, nos demuestra que la provincia de Buenos Aires como la mayor parte de las provincias argentinas, no están preparadas para responder a requerimientos de seguridad que contemple la prevención (cosa que en cuanto al delito está ampliamente comprobado), como tampoco para la resolución de los hechos ya acaecidos, como éste.
Indefectiblemente, en el caso Pomar, la policía enfrenta la vergüenza de su propia ineficacia, ya que si realmente rastrillaron el lugar, como dicen, es inadmisible que no se encontrara el auto; pues cuando se rastrea es porque se busca algo oculto. Si se espera ver fácilmente lo que se busca, solo bastaría con echar una mirada desde la ventanilla de un auto (como seguramente hizo la policía en esta oportunidad); hasta aquí sería ineficacia o impericia.
Si no se buscó en la zona, la falta tiene el mismo nivel de gravedad que haber buscado y no hallado los cuerpos, con el agravante de haberle mentido a la familia y a la población convalidando una serie de alternativas inverosímiles para los padres y hermanos del matrimonio que vieron expuesta su intimidad y hasta fueron sospechados de ocultar información sobre el destino de la pareja y sus dos pequeñas hijas. Esto es desidia, mal desempeño de la función policial y engaño público.
Hoy el Gobernador Scioli, no solo sigue enterrando muertos por la inseguridad en su provincia, sino que también y como si fuera poco, demuestra su inhabilidad y la de sus funcionarios encargados de la seguridad para descubrir un accidente en ruta, luego de casi un mes de ocurrido.
Si Stornelli, Starc y la cúpula de la policía de la provincia de Buenos Aires tuvieran vergüenza y dignidad, deberían presentar su renuncia por inútiles, pero ni siquiera saben la definición de esos términos y seguramente querrán seguir aferrados a sus cargos, ya que el no reconocer su inutilidad, es mucho más importante que la vida de cualquiera de sus habitantes.
Por eso, señor Gobernador, hágase cargo de sus obligaciones como mandatario provincial, reconozca que la inseguridad en gran parte es la resultante de su propia incapacidad y la de los funcionarios que ha elegido para que la garanticen y despida a Stornelli, sus funcionarios y toda la cúpula policial.
GUSTAVO ZUCCARI
DIPUTADO BONAERENSE
UCR