"A fines de los años ´30 estudió Física en la Universidad de La Plata e iba a la vieja cancha de 57 y 1, seguía aquel equipo de Los Profesores" (Lauri, Scopelli, Zozaya, Nolo Ferreira y Guaita) y luego al de Ricardo Infante, Manuel Pellegrina, Héctor Antonio y Juan José Negri, en los´40", dijo el ex jugador.
"Sábato era admirador del "Beto" Infante, uno de los más notables delanteros de toda la historia `pincharrata`; creador de la rabona e integrante de la selección nacional cuando la mayoría pertenecía a los clubes grandes", subrayó "Coco" Rulli, que pasó por Boca en 1963 y 1964. "Antes lo había sido de Nolo Ferreira", añadió.
El corazón futbolero del laureado escritor recién trascendió en los ´80, cuando su fama alcanzó dimensión internacional al tiempo que Estudiantes de La Plata desde fines de los ´60 tenía también otra relevancia en el mundo deportivo.
Sábato fue un gran amante del fútbol. Pincharrata por adopción desde su llegada a La Plata, club en el que hizo las inferiores y al que más de una vez le dedicó algunas líneas.
“No era un virtuoso, hay que aclararlo y aceptarlo, pero iba y volvía y no daba pelota por perdida”, explicó el mismo Ernesto sobre su roce con la pelota en las divisiones juveniles de Estudiantes.
Nacido en Rojas, Buenos Aires, el 24 de junio de 1911, llegó a La Plata con la idea de completar sus estudios secundarios y allí nació su amor por el Pincha. Temporalmente, lo más cercano es la imagen con la camiseta blanca y roja en las tribunas de la cancha ubicada en 1 y 57 y el aplauso generalizado homenajeándolo.