La campaña electoral de Julio Zamora está atravesada por una seguidilla de escándalos que indignan tanto a peronistas como a vecinos de Tigre de todos los sectores.
De Benavídez a una mansión en Nordelta
El jefe comunal dejó su casa en Benavídez y se mudó a una lujosa mansión en Nordelta, con vista al lago, en un paso que simboliza para muchos vecinos el distanciamiento de Zamora con la realidad cotidiana.
Uso de fondos públicos en campaña
Según reveló La Nación (19/08/2025), Zamora fue denunciado por utilizar recursos estatales para financiar su campaña electoral, en una maniobra que viola la transparencia y alimenta las sospechas de corrupción en su gestión.
Una municipalidad manejada como empresa familiar
Tal como expuso Esteban Trebucq, la lista de parientes de Zamora que cobran sueldos en la municipalidad es extensa y continúa creciendo. Los vecinos denuncian que mientras los servicios colapsan, el presupuesto municipal se usa para sostener a la familia del intendente. Más de 40.000.000 de pesos por mes en sueldos para familiares de Zamora.
Abandono del peronismo y alianzas con la oposición
A la par de estos escándalos, Zamora decidió abandonar el peronismo: se sacó fotos con Macri, mantuvo encuentros con Milei, Carrió y Facundo Manes, desatando la bronca de la militancia y confirmando lo que muchos señalan como su único norte: la supervivencia personal.
De la casa encadenada del PJ Tigre, símbolo del abandono partidario, a la mansión de Nordelta y los sueldos familiares en el municipio, la campaña de Julio Zamora parece más marcada por denuncias y contradicciones que por propuestas para los vecinos.