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El médico de Sandro descansa en Pinamar

Luego del estrés por la muerte de Sandro, el médico que lo operó partió a la Costa. Lejos de las polémicas sobre el trasplante, disfruta en familia en el balneario de siempre.
Martes, 19 de enero de 2010 a las 18:42
"Es este tal vez el momento más doloroso que he debido enfrentar a lo largo de mi vida”. Las palabras de Olga Garaventa en una carta abierta a una semana de la muerte de Sandro, revelan lo fresca que aún está la herida por la pérdida de su marido. “No quiero dejar de hacer llegar mi agradecimiento a to-dos aquellos que movidos por el respeto y el amor que generaba mi esposo no dudaron en prestarme su total apoyo”. Y enumera una cantidad de personas que se vieron involucradas en el operativo del trasplante: desde sus médicos -Juan Antonio Mazzei, Sergio Perrone, Iván Guevara y Claudio Burgos-, hasta el gobernador Daniel Scioli y la presidenta Cristina Kirchner.

El duelo recién empieza para Olga; para sus médicos, sin embargo, es un cierre. Ya no esperan el llamado de urgencia anunciando que se en-contraron los órganos, ni están pendientes del bipper que los obliga a acercare a la habitación del enfermo en cuestión para atender una anomalía. El paciente que tuvo en vilo a estos cuatro médicos durante meses, no resistió aquel polémico trasplante.

Tras la muerte de Roberto Sánchez abundaron las entrevistas a sus médicos, explicando cuanto detalle se les pidió acerca de por qué el ídolo no sobrevivió a lo que se suponía que había sido una operación exitosa.

Pero la primera aparición pública fuera del ámbito profesional la hizo Claudio Burgos en las playas de Pinamar. El último domingo, el director del equipo de trasplante del Hospital Italiano de Mendoza, se disponía a disfrutar de una soleada tarde en el balneario CR cuando percibió que era target de abundantes miradas.

Si bien el cirujano es habitué de esas playas, este año la percepción de sus vecinos de carpa fue diferente. Ahora lo conocen como “el médico de Sandro”, y como tal, no pasa desapercibido. El murmullo de los turistas era inevitable. Es que aún retumba en mucha gente la pregunta sobre si Sandro era candidato o no para recibir órganos dada su condición de alto riesgo.

A pesar de la convicción del equipo médico de que actuaron de manera correcta, siguiendo los lineamientos del hospital y del Incucai, Burgos sabe que éste será un verano diferente.
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