A fines del año pasado Miño, parte del bloque opositor, fue suspendida de su banca en una sesión de la que no participó la oposición y en la que no había quórum para concretar esa medida, ya que no estaba presente las dos terceras partes del cuerpo. El motivo, fue la supuesta discordancia en la percepción de su dieta y la pensión, una incompatibilidad que nunca pudo ser ratificada como tal en el marco de la Ley orgánica de las Municipalidades (LOM).
La edil -que accedió a una banca mediante una lista colectora del kirchnerismo- fue desplazada de su cargo en octubre, hasta en diciembre la Suprema Corte bonaerense ordenó reincorporarla, luego de que Miño interpusiera un recurso de amparo.
Durante el tiempo que estuvo fuera del recinto asumió en su lugar quien estaba debajo suyo en la lista de 2007: Carlos Abraham, hombre que, curiosamente, mantiene una muy buena relación con el oficialismo. Con esa banca entre sus filas, el oficialismo volvía a controlar las dos terceras partes del Concejo.
“El concejal Abraham apenas asumió la banca se pasó al oficialismo, así que me parece que todo fue un paquete completo” dijo la concejal en declaraciones radiales. “Yo en ningún momento y bajo ningún punto de vista voy a dejar la banca y pasarme al oficialismo porque eso sería traicionar todo lo que yo estuve tratando en los barrios y a todos los que me votaron” agregó.
Ahora, tras la denuncia efectuada por la titular del HCD que responde al intendente peronista Luis Acuña, Hilda López, el Juzgado Federal Criminal y Correccinal 2 de Morón, trabó un embargo de 3 mil pesos contra Miño. En desacuerdo con la medida, la edil apeló el fallo en Cámara de San Martín, al señalar que juez moronense “no tuvo en cuenta su declaración”.