El PRO provincial fue intervenido por Mauricio Macri, quien también colocó a José Torello para ordenar a la tropa bonaerense aunque ratificó a la mayoría de sus dirigentes locales.
La salida de Jorge Macri como referente del partido hizo que algunos dirigentes se dispersaran y las alianzas se retrasen. Con el adelantamiento de las elecciones, la crisis política que sacudió a la estructura del jefe de Gobierno porteño aceleró las agujas del reloj.
Por eso mismo, la intervención partidaria fue el mecanismo más adecuado que encontró Mauricio para cerrar acuerdos y frentes electorales de cara al 28J. Pero no fue aceptado –como se esperaba- por el grupo de dirigentes que conforman el PRO disidente. Al respecto, habló con 24CON el presidente del PRO Vicente López, Cristian Raff: “Un partido que se fue armando de a poco y con mucho esfuerzo de nuestra parte hoy es dictatorial”.
En cambio, el íntimo amigo de Mauricio, José Torello dijo que “es una decisión para dar certezas a todos los militantes para trabajar con vistas a las próximas elecciones". Tras esta decisión, el ministro de Hacienda de la Ciudad, Néstor Grindetti no se hará cargo del PRO bonaerense.
A lo que Raff respondió que “el PRO lo terminan manejando los amigos del Newman, que son sólo dos o tres personas”, haciendo referencia al colegio que compartió Macri con Torello y el constructor Nicolás Caputo, también hombre de mucha confianza.
Ahora, quienes enfrentan una dura batalla son Ramiro Tagliaferro, legislador provincial; y Cristian Gribaudo, diputado nacional. Su misión es convocar a la mayor cantidad de dirigentes posible en todo el territorio bonaerense. Entonces, se decidieron a “recorrer” todo Buenos Aires “pueblo por pueblo”.
Los que hasta ahora eran presidentes, pasarán a ser "referentes" de PRO en ese territorio. Entonces, cada uno de ellos mantendrá las facultades para el armado de las listas locales pero sin la categoría de "presidentes".