Ni las rejas, ni las cámaras de seguridad, ni un sistema de atención “anti asaltos” alcanzaron para frenar a dos delincuentes que protagonizaron un increíble y violento robo en un kiosco de González Catán, partido de La Matanza.
Aunque no lograron ingresar al local, los ladrones intimidaron a la encargada desde la vereda y se llevaron la recaudación.
El hecho ocurrió el viernes cerca de las 2.30 de la madrugada y la secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad del comercio. Dos asaltantes ncapuchados se acercaron al kiosco, ubicado detrás de una reja de protección, y comenzaron a patearla con fuerza mientras exigían a los gritos que les entregaran el dinero.
El local cuenta con una estructura de atención diseñada para evitar robos: las ventas se realizan a través de una pequeña ventana protegida por una reja gruesa, lo que impide el acceso físico al interior. Sin embargo, esa misma estructura fue aprovechada por los delincuentes, que usaron la violencia y el factor sorpresa para amedrentar a la empleada.
La encargada del kiosco terminó por entregar el dinero de la caja a través del pequeño hueco habilitado para las transacciones. Con el botín en mano, los asaltantes escaparon corriendo por la avenida, sin que nadie pudiera detenerlos.