En apenas una hora, una banda de cinco delincuentes armados entro a robar a tres viviendas de Avellaneda y Lomas de Zamora y atacó a sus moradores mientras dormían.
El raid ocurrió en la madrugada del 14 de junio pasado y terminó con tres detenidos tras una serie de allanamientos realizados en las últimas horas. Los delincuentes actuaron con violencia y amenazas, y entre las víctimas hay personas golpeadas. Dos sospechosos permanecen prófugos.
El primero de los asaltos tuvo lugar cerca de las 5 de la mañana en la casa de Javier Giboudot, en Gerli, partido de Avellaneda. Cinco hombres forzaron una ventana del comedor e ingresaron armados. Amenazaron y golpearon al dueño de casa y a su esposa, Susana Asís, para robarles 200 dólares, medio millón de pesos, electrodomésticos y un vehículo Renault Kangoo. Este último apareció más tarde abandonado en San José, Lomas de Zamora.
Apenas media hora después, a las 5:30, la misma banda ingresó en la vivienda de Enriqueta Lecce, en Villa Domínico. En esta ocasión, se enfrentaron a golpes con el hijo de la mujer y escaparon sin poder llevarse nada.
Finalmente, a las 6:00, irrumpieron en el domicilio de Vicente Mazzuca, en Monte Chingolo (Lanús). Allí lograron sustraer un revólver calibre .38, una pistola Pietro Beretta calibre .635, un teléfono celular y varias joyas. En la huida, abandonaron un Fiat Cronos rojo que había sido robado el 4 de junio a un joven en Villa Domínico y que ya había sido recuperado por la policía días después.
La investigación, llevada adelante por la DDI Avellaneda-Lanús, incluyó el análisis de imágenes de cámaras de seguridad de los municipios y de comunicaciones telefónicas, lo que permitió identificar a los cinco miembros de la banda. A partir de ello, la UFI N° 5 de Avellaneda-Lanús, a cargo del fiscal Martín Rodríguez, libró órdenes de detención y allanamiento para domicilios en Lanús y Lomas de Zamora.
En los operativos fueron detenidos Brandon Gabriel Díaz, Gustavo David Josué Arrioti y Erwin Daniel Orrego, a quienes además se les secuestraron teléfonos celulares. Los otros dos implicados, identificados como Nahuel Benegas y Franco Benítez, continúan prófugos.