En ese sentido, la madre de la víctima, Alejandra Barrios, se mostró conforme con el procedimiento judicial. “Si llegamos hasta acá es porque nunca se bajaron los brazos”, afirmó a un medio local. “Saber que habrá un juicio es un logro importante. Esto significa que la muerte de Mica no quedará impune”, interpretó la mujer.
“Saber que habrá juicio es una especie de consuelo para nosotros”, alegó Barrios, al tiempo que recordó que “seguimos de pie por el resto de nuestros hijos”.
Asimismo, el abogado de la familia, Javier Garín, detalló que las principales pruebas que permitieron llevar el caso al estrato judicial fueron las pericias que determinaron que la dirección del disparo provenía de la casa del principal acusado, Omar Benítez, de 23 años
“Según se comprobó, el imputado estaba jugando tiro al blanco con una lamparita contra la pared. Aparentemente uno de los disparos se desvió y terminó hiriendo a Micaela, que se encontraba en su vivienda celebrando junto a su familia”, señaló el letrado.
Benítez está detenido desde el 30 de diciembre de 2006 por el delito de "tenencia ilegal de arma de guerra y homicidio simple".
El hecho se produjo cerca de la medianoche del 24 de diciembre de 2006. Micaela recibió un balazo que impactó en su cabeza mientras cenaba con su familia en su vivienda de Terrada 1045, en Villa Independencia, Lomas de Zamora.
La chica fue trasladada de inmediato al Hospital Evita de Lanús, adonde llegó con muerte cerebral, debido a que el proyectil le atravesó el cráneo provocándole lesiones irreversibles.
Días después de su muerte la policía detuvo al vecino y único imputado, sospechado de haber efectuado los disparos al aire. Según especificó la policía, esta persona ya contaba con antecedentes penales y en su vivienda se secuestró una pistola 9 milímetros que había sido robada hace tiempo a un policía en Moreno.