El resultado final de la autopsia a Susana Cáceres -la mujer asesinada que fue encontrada ayer en el partido bonaerense de Ituzaingó- reveló que fue abusada sexualmente y que no estaba quemada, como se presumió en un primer momento.
De acuerdo al informe que se dio a conocer en las últimas horas, el cadáver presentaba múltiples heridas punzo cortantes, hematomas en el cuerpo y un golpe en la cabeza con un objeto contundente. Además, se confirmó que la mujer fue asfixiada, con data de muerte de entre 3 a 10 días al hallazgo.
Según expresaron fuentes judiciales, una vez terminada la autopsia, el cuerpo de Cáceres fue entregado a la familia para cumplimentar los trámites para su inhumación.
En tanto, la fiscal Luisa Pontecorvo, jefa de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial de Moreno-General Rodríguez, pidió nuevamente otras imágenes de cámaras de seguridad de la zona al hallazgo y espera nuevos resultados de las pericias.
"Se tiene que investigar de cero porque no hay sospechosos aun del asesinato. Tenemos que seguir lo que indique el informe forense para avanzar", contó un vocero judicial en referencia al caso.
Los hechos, en detalle
El macabro hallazgo ocurrió pasadas las 13 de ayer en medio de pastizales, a metros del Camino del Buen Ayre, y el cuerpo fue reconocido por sus familiares en base a un tatuaje con el símbolo de "Chevrolet" que llevaba Cáceres en uno de sus antebrazos.
Los investigadores detallaron que el cuerpo fue encontrado durante un rastrillaje que había sido solicitado por la fiscal y realizado por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno, a unas 20 cuadras de la casa de la víctima. Hasta allí llegaron decenas de policías, buzos tácticos, bomberos y perros adiestrados que comenzaron a "peinar" el predio y, pocos minutos después de iniciado el operativo, los agentes encontraron el cadáver.
En este contexto, las fuerzas encargadas de las pesquisas también realizaron rastrillajes en cuatro lugares de Moreno: el domicilio de Cáceres, el de su ex pareja, Alejandro Alberto Peralta, la canchita "Los Apaches" y el Barrio Candia. Además, procedieron al relevamiento de cámaras públicas, privadas y redes sociales de la víctima para conocer sus movimientos previos a la desaparición, aunque por el momento sin resultados.