Una mujer fue víctima de una estafa clásica pero efectiva cuando delincuentes ejecutaron el conocido “cuento del tío” y lograron llevarse una suma importante de dinero en dólares desde el interior de su vivienda. El golpe se concretó mientras la dueña de casa no estaba, tras una llamada telefónica que desató la maniobra.
Según se reconstruyó, la empleada doméstica recibió un llamado de un hombre que se presentó como contador de la familia. Con un tono convincente, le indicó que debía retirar de inmediato el dinero que la propietaria guardaba en la casa. Convencida de que seguía una orden legítima, la mujer rompió un placard y entregó los ahorros a un sujeto que se presentó en el domicilio y se llevó el botín sin levantar sospechas.
Recién después se confirmó que todo había sido una farsa cuidadosamente armada. A partir de la denuncia, la causa avanzó con tareas investigativas que incluyeron análisis de cámaras de seguridad, comunicaciones y movimientos de los implicados.
Meses más tarde, la Policía de la Ciudad realizó allanamientos en los barrios de Liniers y Floresta, donde se secuestraron teléfonos celulares, una notebook y otros dispositivos electrónicos clave para la causa. Además, 12 personas fueron identificadas en el marco de la investigación.
Aunque el foco estuvo puesto en el robo cometido con engaño y precisión, la pesquisa permitió exponer el funcionamiento de una banda dedicada a este tipo de estafas, una modalidad que sigue sumando víctimas y que vuelve a encender la alerta sobre los llamados telefónicos y las falsas urgencias.