El control apuntó, tal como viene ocurriendo en los últimos meses, principalmente a prevenir la venta de alcohol a menores y a sancionar a los locales que no cumplan con la prohibición de expendio. También se estableció la situación laboral de los trabajadores de los distintos locales nocturnos y se efectuaron operativos de tránsito, con controles de alcoholemia y documentación en distintos puntos del distrito.
En este contexto, fue clausurado el bar Finisterrer, en la avenida Meeks 1183, en Temperley, por violación al artículo 5to de la ley provincial 14.050. Y un día antes había sido clausurado un kiosco ubicado en Chacabuco 166, Banfield, por vender bebidas alcohólicas.
El Intendente Martín Insaurralde consideró: “Llevamos adelante este trabajo de control para que los propietarios de locales nocturnos comprendan que la normativa vigente debe ser respetada, en principio y fundamentalmente porque es importante para prevenir adicciones y contribuir con la seguridad pública.”
Por su parte, el director de Inspección Laboral de la Provincia de Buenos Aires, Ibar Lucero, señaló: “En estos operativos también es controlada la situación en la que se encuentran las personas que trabajan en los locales nocturnos”.
En tanto, el inspector de la Secretaría de Adicciones bonaerense, Gastón Rosa, explicó: “Estos controles están dando resultado. La gente de a poco se va adecuando a los nuevos horarios. Si bien se labraron faltas e infracciones creo que lentamente se irán acostumbrando tanto los comerciantes, como los clientes, de los distintos bares, comercios o discotecas, a estos nuevos topes horarios. Además es muy importante cumplir con la norma que prohíbe la venta de alcohol a menores”