Cuando la División de Investigaciones de Trata de Personas y Delitos ingresó a la casa se encontró con una imagen espantosa: basura por todos lados, comida de varios días y olor al abandono.
Sin embargo, no era lo peor de la escena. En dicho lugar, una pareja explotaba sexualmente a sus tres hijos adolescentes a cambio de droga y dinero.
La fiscal Marisa Monti ordenó un allanamiento tras recibir múltiples denuncias de abuso por parte de familiares y vecinos de la casa del horror.
Tras un procedimiento donde también participó la Dirección de Protección y Restitución de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes del Municipio, las víctimas fueron rescatadas.
La prueba reunida en contra de los progenitores abre la hipótesis de que los niños también podrían haber sido víctimas de abuso en el contexto intrafamiliar.