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Ex comisario buscaría vengarse de un juez

Altas fuentes de la Fiscalía General de Morón, señalaron que el ex capitán de la VII de Castelar norte, habría atacado en cuatro oportunidades la casa de la madre de un camarista.
Lunes, 13 de octubre de 2008 a las 13:11
Por Federico Trofelli
Un comisario de La Bonaerense exonerado habría atacado en cuatro oportunidades la casa de la madre de un juez camarista de Morón. El hijo de la víctima, cuando era fiscal, desarticuló una banda de policías que actuaba en connivencia con delincuentes y abogados truchos. La investigación, indicaría que la asociación ilícita era encabezada por el sospechoso que ahora cuenta con pedido de captura. El prófugo está representado por un abogado vinculado al Estudio Jurídico de Carlos Telleldín.

El testimonio de vecinos junto a otras pruebas contundentes que estudia la Fiscalía General de Morón, apuntan que el autor de los hechos fue Carlos Genel, ex titular de la comisaría VII de Castelar
norte. El juez de la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal, Fernando Bellido, en ese entonces titular de UFI 2, había acusado al comisario de asociación ilícita, luego de una minuciosa pesquisa donde quedaron procesados tres policías, entre ellos el jefe de Calle y un falso abogado. Todos ellos estafaban y cometían diferentes delitos en la zona; y en el mes de mayo, Genel fue apartado de la Fuerza por Asuntos Internos.

Una vez exonerado, el ex comisario no habría quedado conforme. El 19 de julio un hombre rompió la cerradura e ingresó al garage de la casa de la madre de Bellido, en Villa Tesei, partido de Hurlingham. Los vecinos llamaron a la policía pero cuando los móviles llegaron ya no había nadie. Siete días después, alguien vuelve a romper la reja de entrada pero esta vez no pudo visitar el porche de la vivienda porque el camarista había colocado candados. La reincidencia en el ataque habría sido mérito suficiente para mantener por 15 días una consigna policial en el frente.

Una vez calmadas las aguas, el agresor volvió a la carga el 6 de septiembre. En esta oportunidad, volvieron a romper la cerradura pero el ataque tuvo un plus: tiraron un adoquín de importantes dimensiones.

Según fuentes de la UFI Nº 7 que interviene en el caso, más allá de las sospechas que Bellido tenía sobre la autoría, el protagonista quedó al descubierto en la última chance que tuvo de acercarse a la casa. El 28 de septiembre, Genel descendió de su coche particular y con total vehemencia, cual niño malcriado, le dio varias patadas a la puerta, dobló las rejas y se retiró. El agresor no habría tenido mejor idea que utilizar su coche particular, un Peugeot 306 -patente BYF 129- que fue advertido por los vecinos, al igual que sus movimientos.

Rápidamente, el Juzgado de Garantías Nº 2 de Morón dictó el pedido de captura "por daño calificado, reiterado en 4 oportunidades". La pena por este delito va del año a los cuatro de prisión. Al día siguiente del último hecho, se allanó una de las posibles moradas del comisario exonerado situada en Álvarez Thomas 182 en Williams Morrís, Hurlingham. El operativo no tuvo éxito.

Recién el martes último, el coche -que contaba con pedido de secuestro- fue hallado en las inmediaciones de la vivienda de los padres, en Cariló, partido de Pinamar. Allí encontraron ropa y el celular del prófugo. Las fuentes señalaron que Genel continúa huyendo de la Ley supuestamente en otro vehículo.

La banda

Según se había podido establecer, el grupo de uniformados mantenía íntimos contactos con delincuentes y con un abogado "trucho": Silvio Hipólito Cascella. El complejo ardid de hechos no es ajeno a cualquier comisaría pero es difícil llegar a fondo en estas cuestiones. Esta banda habría operado en Castelar sur, cuando Genel estaba a cargo de esa dependencia, y luego se mudó a Castelar norte cuando el jefe policial fue trasladado allí.

La investigación duró más de un año y medio. El sargento Daniel Nicolás Lencina quedó procesado por cohecho pasivo y agravado por ser funcionario público -además se supo que antes de entrar a la Fuerza tenía antecedentes penales-; subteniente Carlos Alfredo Maciel fue condenado a casi tres años de prisión por falsedad ideológica, encubrimiento agravado y omisión de sus deberes; y el Jefe de Calle, teniente Oscar Casco cuenta con tres hechos de encubrimiento calificado, falso testimonio, tenencia ilegal de arma de fuego y omisión de deberes. Actualmente está alojado en la dependencia de Villa Sarmiento.

Cascella, por su parte, tiene prisión preventiva por falsear un instrumento público, encubrimiento, tráfico de influencias, extorsión en grado de tentativa, usurpación de título y depositario infiel.
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