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El horizonte de los nueve hermanos abusados en José C. Paz no cambió tanto como esperaban desde que sus padres y tíos fueron condenados hasta 42 años de prisión en mayo de 2010 por abusos sexuales cometidos contra ellos. La olla la destapó Bianca, de 16 años, cuando se escapó en 2005 y contó cómo sus familiares la violaban “todos juntos mientras apostaban para ver quién seguía”. Son las víctimas de la “Casa del Horror” y ahora viven otro drama interminable: la burocracia.
A fines de abril, los chicos recibieron en la casa de su hermana mayor, Silvina Menna (Solís al 3500), quien tiene la tutela y donde deberían estar de paso, a una de las tantas visitas que el titular del Centro de Atención a la Víctima de la Provincia de Buenos Aires Alberto Palacio les hizo desde que se conoció la sentencia. El funcionario llevó “promesas incumplidas”, dijeron allegados de la familia a 24CON. Lo que derivó en una tremenda golpiza con “intenciones de matar”.
Aquel día, cerca de las ocho de la mañana, el Ford Focus blanco (ELD825) del funcionario aparcó en la vereda. A nadie le llamó la atención. Pero minutos después de las 11, los desesperados y desgarradores gritos de auxilio despertaron la curiosidad de Petrona Liliana Godoy, una señora que vive a pocos metros de allí.
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“Gritaba como loco, que no quería morir, que lo dejen ir”, relató en exclusiva Godoy a 24CON. Según el testimonio de la señora, Palacio estaba muy golpeado cuando ella y su hija Gabriela lo vieron salir al patio delantero del hogar. “Me pidió que lo socorriera porque lo iban a matar”. La joven se percató de inmediato que el portón no tenía candado. Lo abrió y Palacio salió corriendo hacia su vehículo.
“Estaba desencajado. Le tuve que ayudar a abrir la puerta del auto porque no se podía subir. Estaba descalzo, pálido y tenía un precinto en la mano”, señaló la mujer.
En ese interín salió corriendo desde el interior de la residencia uno de los hermanos, el de 14 años, con un fierro de unos 50 centímetros para “partírselo en la cabeza”, sostuvo Godoy. El testimonio fotográfico que un testigo directo del hecho acercó a este medio muestra que el hombre que detuvo al chico de cometer un grave delito es la pareja de Menna, Gustavo Herrera, señalado por “poseer trastornos psiquiátricos”, dijo el abogado de los culpables Fernando Kaprielian. Aunque el mismo informante también declaró que esa persona “golpeó fuertemente al hombre” al tiempo que éste yacía en el piso.
Todo terminó cuando Palacio, ayudado por Godoy, pudo ascender al Focus y salió rápidamente seguido de una lluvia de piedras propiciada por dos de los hermanos.
Nuevos problemas. A pocos días de la golpiza, un diario destacó el hecho como una consecuencia de “los interminables problemas administrativos y burocráticos de los organismos, que tienen que ocuparse de ellos, hicieron que los chicos dejaran de ir al colegio, abandonaran los tratamientos psicológicos y vivan encerrados y casi en completo aislamiento en una casa ubicada en la misma manzana de donde padecieron los abusos”.
En comunicación con 24CON, Alberto Palacio prefirió no hablar de este tema. Los esquivó. “No quiero hacer declaraciones en función del tema de los chicos y sobretodo pensando en la situación de ellos. Lo importante es que vayan recuperándose”, explicó y finalizó la conversación. No si antes asegurar que “algún día lo charlamos mejor”.
En mayo, la situación de los nueve hermanos se desbordó. Estuvieron una semana sin asistir a clases, se atrincheraron. Se negaron a salir del hogar y a dejar entrar a los adultos que están a su cargo. Situación que obligó la inmediata intervención de especialistas.
Una fuente del servicio zonal de derechos del niño de San Martín –que supervisa casos de menores en riesgo– aclaró al matutino que incluso “la cercanía de los medios de comunicación que cubrieron el caso agravaron la situación, porque se los revictimiza”.
La situación de los pibes es compleja. Además de ser víctimas de abuso fueron, durante los tres años que duró el litigio, blanco de los vecinos que los repudiaban por “mentirosos”. “No puedo salir mucho porque me insultan y hasta me pegan”, declaró en ese entonces Bianca a Página 12. Es que una gran cantidad de los habitantes aledaños a la casa de Solís marchó a favor de los abusadores. Los apoyó porque los consideraban inocentes.
El 12 de mayo de 2010, los padres de los chicos, Patricia Arufa y Juan Menna, recibieron 25 años de prisión por “abuso sexual con acceso carnal, gravemente ultrajante, y agravado por el vínculo”. Al tiempo que Diego Rodríguez, cuñado de la joven, recibió 37; y José Centeno, Daniel Arufe, Javier Vega, Alfredo Irase, y sus tías Norma y Lorena Arufe recibieron penas de entre 9 y 28 años de prisión en una causa que sacudió al país y que se popularizó como “La casa del Horror de José C. Paz”.
05 de julio de 2011