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El heredero del recordado ilusionista Tusam enfrentó su prueba más exigente y permaneció más de 24 horas dentro de una cámara de hielo, montada junto al Obelisco porteño. Del desafío, que podría haberle provocado serias lesiones, el joven mago salió ileso.
La prueba no tuvo un tiempo prederteminado de duración, sino que lo marcó su resistencia, ya que debió controlar el oxígeno y el ritmo en el ambiente de más de 10 grados bajo cero que hubo entre los 200 bloques de hielo que lo rodeaban. Leonardo Tusam tuvo como objetivo para lograrlo hacer un "ejercicio de control mental", sin ingerir líquidos, alimentos o ir al baño.
En la esquina de Cerrito y Diagonal norte se colocaron pantallas para transmitir lo que sucedía en vivo, para que el público cholulo, que alcanzó los 500 espectadores, pueda verlo. Él pudo escuchar lo que sucedía afuera y se comunicó con sus asesores permanentemente por señas.
Hasta el momento no hay ningún récord hecho en el mundo, pero un un desafío parecido es el que "encerró" al famoso ilusionista estadounidense Cris Angel.
31 de julio de 2009