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Así pasa sus días la presunta asesina de Miramar

Detenida en el destacamento femenino de Mar del Plata, las otras presas no la recibieron bien porque creen que mató a su hijo.
Jueves, 28 de marzo de 2019 a las 11:29

"No la han visto llorar". La frase hace referencia a cómo Verónica González (50), detenida por el homicidio de su marido, Carlos Bustamante  (66), pasa sus días en el destacamento femenino de Mar del Plata. Está aislada del resto de las presas, medicada y no habla con nadie.

"Verónica está recluida en un calabozo sola porque las otras detenidas no la recibieron con agrado", dicen con palabras maquilladas las fuentes consultadas por Clarín sobre cómo es la situación actual de Verónica.

Y aclaran que la actitud de las demás detenidas en el destacamento marplatense se debe a que "sospechan que también es responsable del crimen de su hijo". En el ámbito carcelario ese es uno de los peores delitos que una madre puede cometer.

El hijo de Verónica y Carlos, Gastón Bustamante, tenía 12 años cuando fue asesinado en Miramar en 2011, en la misma casa donde molieron a palos hasta la muerte a su papá el viernes pasado. El crimen del chico sigue impune y su mamá hoy es la principal sospechosa del asesinato de su marido.

"Hasta al patio sale sola. No quieren cruzarla con ninguna de las presas", aseguran las fuentes. Y agregan que pasa sus horas "en tranquilidad, que no llora y que come todo lo que le sirven".

Es más, como toma medicación psiquiátrica por un cuadro de "depresión" y cuando la detuvieron no la tenía encima, fue llevada al hospital de Mar del Plata para que la evalúen y le suministren sus remedios.

Gastón Bustamante tenía 12 años cuando lo asesinaron en su casa de MIramar en 2011.

Justamente por esto también, la fiscal del caso, Florencia Salas, pidió que Verónica sea sometida a una serie de pericias psiquiátricas. Lo cierto es que la mujer, acusada de "homicidio agravado por el vínculo con alevosía", se negó a declarar las dos veces que fue indagada.

No es raro. Fueron las inconsistencias en su relato no bien descubrieron a su marido agonizando las que complicaron la situación de Verónica y derivaron en su detención.

Según los médicos, a Carlos lo atacaron dos veces la misma mañana de ese viernes que al mediodía lo encontraron ensangrentado. Bien temprano, lo golpearon con brutalidad cuando aún estaba en su cama, sospechan que estaba durmiendo. Luego, más tarde, el hombre fue nuevamente atacado en el living de su casa.

Allí lo encontró su cuñada cuando fue a visitar a su hermana y la halló frente a su casa. Los vecinos dijeron que llevaba unos minutos allí y se agarraba la cabeza. La coartada de Verónica fue que estaba en el banco. Es verdad que fue a la sucursal, pero hay detalles que a los investigadores no les cierran. Mucho menos cómo actuó el asesino de Carlos y que el arma homicida no aparezca.

Otros tiempos. Verónica González y su marido, Carlos Bustamante, asesinado a golpes en la misma casa de Miramar donde en 2011 mataron a su hijo Gastón de 12 años. (Facebook)

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