Estas rayas que cortan nuestro cuerpo aparecen por cambios bruscos en nuestro peso y después del embarazo. Se producen por una ruptura de las fibras elásticas cuando la piel se estira demasiado. Otra de las causas es el crecimiento natural del cuerpo.
Las zonas más afectadas son las caderas, senos, abdomen y la parte interna de los brazos. Inician como rayas rojas sobre la piel que pueden convertirse en blancas después de mucho tiempo de estar en el cuerpo, y cuando nos bronceamos resaltan aún más. Pero las estrías no ocasionan ningún problema de salud, son sólo una molestia enteramente psicológica.
¿Cómo prevenirlas? Lo primero que recomiendan los dermatólogos para prevenir las estrías es evitar los cambios bruscos de peso. Si vas a ponerte a dieta, hacelo de manera responsable. Llevá una dieta que te permita bajar de peso gradualmente para que tu piel se vaya ajustando de manera natural. Llevar una alimentación balanceada es fundamental para el cuidado de la piel. Consumí muchas frutas, verduras, lácteos y proteínas, además de consumir 2 litros de agua al día para mantener la hidratación de las fibras elásticas. Hidratá tu piel con cremas humectantes, ricas en aloe vera y vitamina E.
¿Cómo disminuirlas? Existen productos naturales que pueden ayudarte a regenerar, suavizar e hidratar la piel. Entre los más utilizados para tratar las estrías se encuentran la centella asiática, colágeno, aceite de almendras, caléndula y las vitaminas E y A. Si detectás estrías rojas estás a tiempo de revertirlas, porque una vez que se hacen blancas no se borran de tu cuerpo. Buscá cremas que contengan éstos ingredientes y aplícalas en una rutina rigurosa, 2 veces al día. Podés acompañarlas de masajes para exfoliar y movilizar las células elásticas.
5 de agosto de 2014
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