El ministro de Hacienda, Néstor Grindetti se presentó en la Legislatura a defender el proyecto preparado por el Ejecutivo de la Ciudad, en las áreas sociales disminuyen su participación con respecto al total, al igual que los organismos de control.
El proyecto presentado por el macrismo para el Presupuesto 2009 plantea ampliaciones e incrementos en los impuestos, tales como los nuevos gravámenes para las industrias, algo que es cuestionado por la oposición por "recesivo" en el contexto internacional y el de las tarjetas de crédito.
El gobierno dice que ese dinero será para financiar obras públicas, pero no menciona las áreas sociales, y aunque el PRO publicita que destina más fondos a cada área, todas sufren una reducción con respecto al porcentaje del total del presupuesto que representaban este año.
Dentro de las áreas sociales el dinero que más se resta, es el destinado a las villas y a la política habitacional, que cae unos 200 millones (casi un 30%). En tanto, el dinero destinado a desarrollo social reduce su participación en un 12,3%, educación pierde un 2,8% y salud se mantiene igual.
En tanto, aumenta el presupuesto destinado a obra pública, seguridad y a los fiscales. La oposición advierte que un nuevo patrón económico llegó a la Ciudad para quedarse.
Ante las denuncias de desfinanciación del gasto social que se expresan en las carpas y marchas de docentes y médicos, entre otros, el macrismo trató de resguardarse. El ministro de Hacienda Grindetti sostiene que los "servicios sociales" representan el 64,1% de los gastos totales, con un monto total de 10.892,7 millones de pesos.
De este incremento, el 66% será destinado a inversión social, a saber: 1100 millones más para educación, 1036 millones más para salud, 214 más para acción social y 155 más para cultura, enumera. De esta forma, parecería que las áreas sociales están más que contempladas por el gobierno de Macri.
Pero la oposición porteña señala que si en lugar de los números absolutos se analiza cuánto representaba en 2008 el dinero destinado a cada área y cuánto representa en el del año próximo hay un recorte encubierto, sobre todo si se tiene en cuenta que la demanda crece.
La inversión en desarrollo social pasa de representar el 6,22% del presupuesto en 2008 a ser el 5,45% en 2009, en tanto educación pierde un 2,8% de su participación, ya que pasa del 24,14 al 23,47, mientras cultura retrocede otro 7,3%, cae de 3,6% a 3,34%. Salud logró mantenerse en las prioridades con un 19,6%.
"En 2008 hubo un incremento de la pobreza e indigencia en la ciudad y el macrismo está pensando en un proceso recesivo en 2009, ya que estima una tasa de crecimiento del 3%", considera el legislador de la CTA Martín Hourest.
"El diseño de las políticas que tenía la ciudad no toma en cuenta el agravamiento de este fenómeno, en términos de que va a implicar ayuda para más gente. Hay un autismo en relación con la crisis. Hay un marcado achicamiento, ya que el gasto social no sólo debería mantenerse sino ampliarse. Esto reduce el gasto social per cápita", remarca.
Los beneficiados
El rubro de la obra pública, se lleva la parte más grande de la torta. El Ministerio de Desarrollo Urbano aumenta su participación con un 32,8%, lo que implica que de los 704 millones que tenía en 2008, hace un salto a 1172 millones de pesos para 2009. El macrismo propone, además, duplicar los montos permitidos para contrataciones directas.
Otras de las grandes favorecidas son las empresas de recolección de basura: el presupuesto para esa área aumenta su participación en un 41%, o sea que pasan de 730 millones a 1032 millones. Sin embargo, la inspección destinada a estas empresas no varía en su presupuesto y el Ente de Higiene Urbana –que funciona como empresa testigo– sólo crece un 5%.
Voces opositoras
Por su parte, los bloques opositores de la Legislatura porteña amenazaron con "frenarle" el Prespuesto 2009 al Gobierno de Mauricio Macri, al afirmar que el aumento de impuestos es "recesiva" y "afecta al bolsillo de la gente".
El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Diego Kravetz, adelantó que el kirchnerismo trabajará en el "consenso con el resto de la oposición para frenar el impuestazo", y se mostró escéptico de un "cambio de fondo" para acompañar la iniciativa.
"Macri no se baja de la excusa de acusar a los demás por sus propios problemas. Primero a los municipales, después a los docentes y ahora al Gobierno nacional. Nosotros creemos que este impuesto es recesivo, y si no lo cambian, no vamos a acompañar el Presupuesto", enfatizó Kravetz.
En tanto, el legislador de la Coalición Cívica y vicepresidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Sergio Abrevaya, sostuvo que las explicaciones del ministro de Economía de la Ciudad, Néstor Grindetti, ante los diputados fue "inconsistente".
En tanto, el macrismo salió en defensa de la iniciativa oficialista al sostener que "la actual crisis internacional hace necesario tomar determinadas medidas para garantizar la continuidad y el cumplimiento de distintas metas, entre ellas obras públicas para todos los vecinos".
El diputado macrista Daniel Amoroso sostuvo además que la generalización del impuesto a los sellos que se plantea desde el Ejecutivo de la Ciudad "es algo que ya existe en otras provincias del país, y lo que se busca es equiparar una situación que hoy en día no es pareja para todos".
17 de noviembre de 2008