Es uno de los íconos más especiales dentro del rock argento. Para no decir el más importante. Su sola figura representa a todo un movimiento que es único en el mundo: los rollingas, esa mezcla entre Mick Jagger y Juanse pasando por lo más alto del universo rockero para llegar a la decadencia total que pueden generar las drogas.
Cristian Álvarez. Cantante y líder de Viejas Locas. El mismo que se alejó de su banda originaria para fundar Intoxicados y muchos pensaban que sería un fracaso. Sin embargo "el gran Pity" les cerró la boca.
Ese grupo siguió los pasos de "las viejas" y llenó estadios. No podía ser de otra manera. Tenía a Álvarez al frente. Ese ser extraño, caído de su propio planeta y que despierta ambivalencias. Ternura. Porque parece ser alguien sensible. Lástima. Por su constante deterioro. Sorpresa. Por la lucidez de algunas de sus letras. Y es que en todo sentido Pity representa la estampa del rockero nacional. El que mientras más drogado esté, mejor compone.
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Pero ustedes dirán: "en el rock siempre existieron las drogas". Sí, claro, desde antaño que se sabe y está dentro del imaginario social mundial que los estupefacientes y la música van de la mano. Basta con sólo ver imágenes de Woodstock en los años '60, cuando la marihuana era considerada una herramienta mística para llegar a Dios (o a quien sabe qué todopoderoso).
Lástima que a Pity lo encerró un verdugo mucho más fuerte, más poderoso, más dañino y más barato que la marihuana: el paco. Y se volvió adicto, como tantos chicos. Y detrás de ese ídolo del descontrol, marketinero del under, a veces brillante, delirante, el que pasa cuatro días sin dormir; se esconde alguien sin dudas perceptivo, que refleja su interior en las canciones.
Así lo definió su madre, Cristina Álvarez, que en 2006 dio una de las pocas notas a la revista Noticias e hizo un mea culpa. Se mostró arrepentida por haber trabajado tanto y no haberle prestado la atención suficiente.
Hoy en día Pity, el ídolo de toda una generación adolescente, está tratando de recuperarse. De salir del fondo del pozo en el que se enterró. Sintió la necesidad de volver a reunir a sus viejos compañeros de ruta y darle vida nuevamente a la banda que lo vio nacer.
El 14 de noviembre próximo su vuelta será oficial. Aun después del accidente que hace unos días lo dejo tirado en las calles de Villa Luro, luego de chocar con un taxi cuando iba en su moto.
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Con algunos politraumatismos lo trasladaron al Hospital Álvarez. Se supo que volvía de un ensayo a las siete de la mañana del sábado 17 de octubre. Lo que nunca se supo es el estado que tenia Cristian al momento del accidente.
La productora Fénix Entertaiment Group, encargada de la prensa del cantante, envió un comunicado oficial a todos los medios para llevar tranquilidad a los fans:
"Como es de conocimiento público el día sábado a la madrugada Cristian "Pity" Álvarez tuvo un accidente cuando regresaba a su domicilio tras una jornada de ensayo. El músico no sufrió lesiones de gravedad, únicamente se encuentra en observación durante el fin de semana para chequeos normales y será dado de alta en las próximas horas".
"Pity Álvarez se encuentra ensayando junto a Viejas Locas preparando el show del próximo 14 de noviembre a realizarse en el Estadio Velez Sarsfield y su siguiente Gira nacional durante el año 2010.
Queremos llevar tranquilidad a los fans y amigos aclarando que Pity se encuentra muy bien y desmentimos cualquier otro dicho acerca de su estado de salud, ya que el músico se encuentra en perfecto estado y descansando para retomar su actividad esta misma semana. Viejas Locas".
Ojala fuera cierto. Ojala el 14 de noviembre en Velez veamos a un Pity recuperado, o por lo menos en esa senda. Ojala deje de ser el icono de un movimiento ligado al reviente, al viejo y conocido "sexo, drogas y rock and roll".
Principalmente porque eso es lo que hace falta hoy: un líder carismático que llegue por su arte. No por el simple hecho de generar el placer que sienten muchos al presenciar la caída de una estrella de rock.
"Es como todo", dicen por ahí. Negocio. Y los únicos que pierden son los artistas. Como dijo el mítico Kurt Cobain, líder de Nirvana: "admiro a la gente que vive sin problemas, que mira el mundo con despreocupación. A diferencia de ellos, yo sufro más de la cuenta".