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¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?

Esta es una de las grandes preguntas generadoras de enormes discusiones y entredichos, tanto en los jóvenes como en los no tan jóvenes. Conocé la respuesta.
Miércoles, 13 de mayo de 2009 a las 21:06

La eterna pregunta: ¿Puede existir la amistad entre el hombre y la mujer? Por supuesto que existe. Donde hay interacción, hay transferencia y, partiendo de la transferencia, cualquier tipo de relación es posible. De ahí que un niño o un adulto pueden ser amigos de un perro o un gato, una mujer de otra y un hombre de otro (sin importar las tendencias sexuales), incluso un perro de un gato, pese a los alegatos de los dibujos animados. Entonces, incluimos también a la amistad entre los hombres y las mujeres.


Sin embargo está en cada uno como desee vivirlo. Ya que no hay un solo tipo de amistad entre el hombre y la mujer. Por lo cual cada uno pone sus condiciones. Por ejemplo:

El cantautor español, Joaquín Sabina, afirma que este tipo de amistad "existe, entre polvo y polvo", aclara. No son pocos los que piensan como el cantante de la voz raspada, sino no existirían los "amigos con derecho a roce", aunque en este tipo de relaciones se suele hacer más énfasis en el roce que en la amistad, por lo cual esta última se termina por diluir.

Por su parte la mayoría de las mujeres insisten en que para poder llevarla a cabo es necesario dejar "las cosas bien en claro" desde el principio. Es decir, nada de sexo. A lo sumo alguna "cana al aire" en alguna noche alocada, pero nada más que eso. Si el varón acepta las condiciones, se puede dar tranquilamente (lo digo por experiencia).

El filósofo Sponville, en el libro "Pequeño tratado de las grandes virtudes", dice que "el hombre que nunca se ha acostado con su mejor amiga, ha fracasado de alguna manera". En efecto, en general, los hombres consideran que es más fácil mantener una amistad con una mujer con la cual haya habido algo más.

El hombre pasa del amor a la amistad, y en el caso de la mujer sucede lo contrario.


Esta ambigüedad permanente proporciona a toda amistad entre un hombre y una mujer una dimensión muy particular. Nos convertimos en adolescentes, discutiendo hasta las tres de la mañana sin rozarnos la mano. Y tenemos la posibilidad de hablar de mujeres con una mujer o de hombres con un hombre. Es un poco como confiarse totalmente a tu pareja, pero sin rodeos, sin historias, sin tener miedo de que se vaya dando un portazo.

Un amiga/o (según corresponda) es una auténtica válvula de escape. Tu cónyuge ya no es el único personaje de sexo opuesto en tu vida y esto puede resultar extremadamente ventajoso para nuestra vida de pareja, ya que siempre se puede conocer una óptica diferente a la que nos ofrece nuestro género.


 

En este orden, la película estadounidense "Cuando Harry conoció a Sally" enseña este concepto de amistad mejor que ninguna otra entrega del séptimo arte. Pero como toda película de Hollywood debe terminar con una boda, esta no podía ser la excepción. Amén de esos últimos 20 minutos, se puede decir que esa peli refleja los pro y los contra de una relación de esa índole. Aunque no se puede negar la posibilidad de que una amistad así pase a mayores.

Entonces, ¿Hay ambigüedad? Y si la hay, ¿qué pasa? Juego de seducción sin seducción, un eterno primer encuentro. Alguien podría decir que esto parece más bien una especie de amor clandestino o a un amor sin sexo. Pero, ¿qué es la amistad sino un amor platónico? Si en las relaciones de amistad heterosexual lo único que no se comparte es la cama (al menos en la mayoría de los casos).

En fin, si bien el tipo de amistad que tengas con alguien del sexo opuesto no será idéntico al que vivas con una persona del mismo género, esto no significa que no se pueda formar una amistad. Por el contrario, cuando se tiene ese tipo de relación y compromiso, se conforman grandes amistades.

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