Según relató uno de los pocos hombres por los que pidió cuando se reunió con Ricardo Alfonsín hace dos meses, cuando se especuló que se levantaría la sanción partidaria para los radicales que participan en el oficialismo local, la furia del intendente es muy importante.
“Con la decisión de mantener la intervención partidaria en el distrito y ser el único de los 134 comités partidarios donde no habrá elecciones internas, lo único que hacen es empujarlos a los brazos del kirchnerismo”, expresó, lacónico, uno de los que extrañan volver a ser radical pleno.
Hace dos semanas, el Comité Provincia había dispuesto como fecha de la interna el 5 de junio próximo, pero dejó establecido que el único lugar donde no habrá será en Vicente López, temiendo que el peso del aparato partidario dispuesto por el municipio volcara la elección contra los radicales que se mantuvieron alejados del poder municipal.
Más allá de algunas tratativas de último momento, García entendió como una nueva ofensa personal por parte de sus archienemigos Gustavo Posse y Leopoldo Moreau la decisión de excluirlo a él y a sus correligionarios de la elección partidaria.
Según trascendió, durante “esta semana” García hará público su malhumor y, según la fuente, “no habrá nada ni nadie que lo pueda parar”. Es que este grupo radical entiende que el fin del kirchnerismo está a la vuelta de la esquina, que las últimas elecciones dieron claras muestras de la incomodidad que tienen los ciudadanos de la localidad en votar al oficialismo y que ellos quedarán envueltos, luego de veinticinco años de poder, en medio de una pelea que los puede dejar afuera de todo.